Los donantes de médula ósea en la provincia de Málaga han aumentado “considerablemente” tras la campaña que el joven malagueño enfermo de leucemia Pablo Ráez realiza desde hace semanas a través de las redes sociales con el fin de concienciar sobre la importancia de la donación.
Ráez es un joven deportista marbellí de 20 años al que con 18 años le diagnosticaron leucemia. Entonces consiguió un trasplante de médula que su mismo padre se encargó de donar. Hace unos meses, la enfermedad volvió y desde entonces se encuentra ingresado en el Hospital Regional de Málaga.
Un mensaje que cala en la sociedad
Su mensaje ha calado en la sociedad. Así, el médico del Centro de Transfusión Sanguínea de Málaga encargado de serología y médula ósea, también coordinador del Plan Andaluz de Médula Ósea, Sergio Fernández, ha asegurado que se está produciendo una subida importante de donantes “e incluso lo estamos notando en el trabajo del día a día, con muchísima más afluencia”.
Al respecto, ha explicado en declaraciones a Europa Press que mucha gente que ya era donante habitual de sangre “y no se había planteado serlo de médula, vienen ahora para registrarse”. Por esto, ha considerado que “se está notando muchísimo, de forma tremenda” que está calando el mensaje de concienciación que está dando Pablo Ráez a la sociedad.
Como ejemplo, ha destacado que en una colecta que se realizó el pasado 29 de agosto en la zona de Nueva Andalucía de Marbella, localidad de donde proviene Ráez, los inscritos alcanzaron la cifra de 265 donantes. “Hicimos en una tarde los mismos que normalmente hacemos en mes y algo en toda la provincia”, ha afirmado.
Aunque aún se están cerrando las cifras de agosto, en los primeros siete meses se registraron 1.578 donantes en la provincia, y en julio se hicieron 93 nuevos. En Andalucía, el pasado mes fueron 2.075 donantes nuevos y en 2016, la cifra es de 8.196. Esto supone “casi el doble de lo que se esperaba para todo el año, un 183 por ciento”, ha precisado Fernández.
El proceso para donar médula
También ha recordado que el proceso para hacerse donante de médula es el siguiente: primero, el interesado se inscribe en el registro –en el Centro de Transfusión o en cualquiera de las colectas móviles programadas mensualmente–, lo que conlleva una entrevista médica, rellenar unos datos y la extracción de una analítica con la que se hace una prueba para identificar la compatibilidad de esa persona.
Después, el donante se incluirá en el registro a nivel nacional de la Fundación Carreras. Así, si en algún momento se encuentra un paciente compatible, se cita a esa persona para comprobar la compatibilidad y, en caso de que sí lo sean, se lleva a cabo la donación.
Por otro lado, el médico ha recordado que para el 70 por ciento de las donaciones de médula ósea se utiliza la aféresis, una técnica “más desconocida”, según ha señalado, pero muy similar a la donación de sangre, ya que para la misma se utiliza una vía que se canaliza en una vena del brazo y se hace pasar la sangre a través de una máquina que la va filtrando, quedándose con las células madre y devolviendo la sangre al donante. Por ello, no requiere un ingreso hospitalario.
La otra técnica consiste en pinchar un hueso, normalmente de la cadera, del que se extrae el tuétano, que después de pasar por un laboratorio, será lo que luego reciba el paciente. Fernández ha precisado que dependiendo del tipo de enfermedad del paciente se opta por una vía o por otra.
La publicación de la carta de Pablo Ráez
Con la publicación de su carta ‘Siempre fuerte. Siempre’, la historia de Pablo Ráez se ha extendido por las redes sociales. En el texto, narraba cómo “a los 18 me diagnosticaron leucemia, me he dado varias quimioterapias y me he trasplantado la medula”. “Después de unos diez meses limpio me dicen que vuelvo a tener leucemia, por lo que hay que repetir el proceso, con la diferencia que esta vez no tengo donante de medula. Hay que buscar a fondo, ya que el trasplante último fue de mi padre. Fue en vano”, señalaba.
A continuación, Ráez habla de su pérdida de peso y de pelo, de su fiebre continua, vómitos, morfina e incluso pérdida de visión, así como de su miedo cuando supo que debía enfrentarse “otra vez a lo mismo”, “¡imagínatelo!”, retaba.
Sin embargo, su mensaje es de esperanza: “Esta vez he perdido el miedo, he perdido el miedo a estar aquí, a morirme, a sufrir, a todo, será lo que tenga que ser, pero no ha sido fácil llegar a ese punto. La muerte no es triste, lo triste es que la gente no sepa vivir y reconocerla. Cuando eres capaz de dejar atrás el pasado, dejando atrás miedos e inseguridades, es cuando puedes afrontar el presente”, subrayaba el chico.
Y también de concienciación, ya que apuntaba que estaba “a la espera de tener un donante compatible”. “Por lo que hice un llamamiento a la gente para que se hiciera donante –seguía la carta–. No por hacerte donante me vas ayudar a mí (o sí), pero colaborarás con la sociedad y no te cuesta nada, infórmate de cómo hacerlo si realmente estás interesado”.
A partir de entonces, la etiquetas #fuerzaraez #siemprefuerte #coraje #donamedula y #donamedulaosea, acompañadas de las fotos de Pablo Ráez, han llenado las redes sociales de mensajes tanto para incitar a más personas a hacerse donantes de médula ósea como para dar ánimos al marbellí.
Empeora el estado de salud del joven marbellí
El joven sufrió este pasado jueves complicaciones en su estado de salud, tal y como él publicó tanto en su cuenta de Facebook como de Instagram, donde reconocía que “la cosa se ha torcido un poco”. No obstante, su mensaje seguía siendo de esperanza.
“Estoy sin comer, sigue la fiebre y tengo líquido en el riñón y en la vesícula”, narraba, explicando que “lo más importante de todo es que he perdido un 80 por ciento de la visión y no puedo ni leer los mensajes ni ver la tele ni las caras de mis familiares”.
No obstante, su mensaje es también positivo: “Ahora mismo estoy muy ‘enchufado’ a la morfina y distintos analgésicos, pero os puedo asegurar que cuando menos queráis dar cuenta estoy sacando un brazo o diciendo que todo está bien”.
Por último, termina su mensaje dando gracias a “toda la gente que me está ayudando a cambiar el mundo”, a la gente que está acudiendo a donar y a la que “me ayuda cada día”.