Las críticas arrecian contra la gestión del concejal delegado de Sanidad, Carlos Alcalá (PP), tras conocerse el pliego para la contratación de una empresa privada que tendrá libertad para sacrificar los animales abandonados transcurridos diez días de su recogida. Las redes sociales arden, repletas de ciudadanos de Marbella y colectivos animalistas, escandalizados con esta medida que los gobernantes conservadores, junto a sus socios de Opción Sampedreña (OSP), con firma incluida del concejal de Hacienda Manuel Osorio, pretenden implantar.
Tras la denuncia pública hecha por Izquierda Unida, este jueves se ha sumado a las críticas el PSOE. La concejala del grupo municipal socialista Ana Leschiera ha criticado el pliego con el que el actual equipo de gobierno quiere privatizar el servicio de recogida e incineración de animales “deja mucho que desear y es inaceptable”.
Por medio de un comunicado, la edil opositora ha añadido que en varios puntos del pliego se habla del “sacrificio explícitamente en casos de abandono” y “no se contempla la castración en el punto de cesión del animal por parte de la adjudicataria”.
A juicio de la munícipe socialista se trata de “un nuevo escándalo del Partido Popular y OSP” porque, asegura Leschiera, “el bipartito en su afán de privatizar la gestión municipal, pretende abrir la puerta al sacrificio descontrolado y opaco de los animales abandonados en el municipio”, denuncia por medio de un comunicado.
La exgobernante del PSOE ha recordado que durante su etapa como delegada de Sanidad, trabajó “para que Marbella fuese en la práctica municipio ‘sacrificio cero’ promoviendo acciones en defensa del bienestar de los animales”.
Para la socialista “este hecho nos hace retroceder como sociedad. Una Marbella moderna y de progreso no puede permitirse que su imagen sea relacionada con la barbarie que el PP pretende llevar a cabo con esta nueva privatización” ha incidido.
De igual modo, Izquierda Unida se ha opuesto al anuncio que el Ayuntamiento de Marbella ha publicado en el Boletín Oficial que “supone además de la privatización de este servicio público, la autorización a la empresa que resulte adjudicataria, para el sacrificio de los animales abandonados pasados 10 días desde su abandono”.
“El PP y OSP condenan a muerte con esta decisión a la mayor parte de los animales abandonados de Marbella, dejando la vida de los mismos en manos de una empresa privada que evidentemente se moverá por interés estrictamente económico”, ha explicado la concejala y viceportavoz de IU, Victoria Morales.
La respuesta del equipo de gobierno, en palabras de Alcalá
Por su parte, el delegado municipal de Sanidad, Carlos Alcalá, ha reprochado “el cinismo” de Izquierda Unida, asegurando que “cuando ha gobernado esta formación en el Ayuntamiento durante dos años no ha criticado este servicio que se viene prestando desde hace 12 ejercicios”.
Alcalá ha indicado que “la única novedad es que se ha pasado de dos contratos menores a mayores para cumplir la legislación actual”, incidiendo en que “el servicio no es nuevo, por lo que las manifestaciones de IU son inciertas”, según recoge Europa Press.
Así, ha insistido en que dicho servicio “funcionaba también cuando esta formación era parte del Ejecutivo local y firmaban los contratos sus socias de Gobierno Ana González y Ana Leschiera”, han criticado, subrayando que “no se han enterado, no se quieren enterar o, peor, faltan a la verdad de forma consciente para crear una polémica falsa y llenar de bulos las redes sociales”, ha lamentado el concejal.
En la misma línea, ha reiterado que no se trata de “un servicio nuevo”, sino que “sólo cambia el tipo de contrato, ya que el contenido es el mismo” y ha añadido que el servicio “es necesario para los animales que no se puede hacer cargo, en virtud de un acuerdo con el Ayuntamiento, la Triple A, que solo acoge perros, gatos, hurones y cerdos vietnamitas”.
En cuanto al posible sacrificio de animales abandonados, Alcalá ha recordado que “el contrato recoge lo que marca la ley andaluza sobre animales, la cual establece que son los Consistorios a los que les corresponde la recogida y transporte de los mismos, debiendo hacerse cargo de ellos hasta que sean cedidos y, en último caso, sacrificados, por lo que esta medida es de último recurso y muy rara vez se produce”, ha asegurado.