Un frío comunicado y un corte de audio enlatado. Así despachó Ángeles Muñoz el pasado martes, casi a la vez que comenzaba el pregón de la Feria de San Bernabé, su candidatura a presidir de nuevo el Partido Popular de Marbella, cargo en el que lleva asentada desde 1998, cuando una Comisión Gestora para descabalgar al entonces presidente, Alfonso Carlos Gutiérrez de Ravé la situó allí.
Llama la atención el momento elegido para dar a conocer una decisión tan trascendente, de tapadillo, sin convocar siquiera a los periodistas para grabar unas declaraciones antes del Comité Ejecutivo Local que dio sus bendiciones a la jefa, como llaman los suyos en privado a Muñoz. La forma de comunicar esta decisión es algo inusual en el estilo de la actual senadora y exalcaldesa, quien siempre ha dado la cara y nunca rehuye pregunta alguna. Por todo ello sorprende, sobremanera, la actuación del pasado 6 de junio, con nocturnidad y sin micrófonos, ni cámaras que inmortalizaran el momento. Muy extraño.
Cabe preguntarse si Muñoz y su guardia pretoriana más fiel, integrada por quienes le aconsejan y están junto a ella a la hora de tomar decisiones y regalarle el oído, prefirieron no convocar a los periodistas para que nadie aguara con preguntas incómodas, de índole judicial, es un suponer, la puesta de largo y el paseo triunfal ante los asistentes al cónclave conservador, predispuestos siempre para aplaudir a rabiar.
Ante el Congreso Local del PP, también llamado “Asamblea”, que se celebrará el próximo 15 de julio, la única incógnita que queda por despejar es si Manuel Cardeña seguirá como secretario general de Muñoz al frente de la formación, cargo en el que también es veterano, a pesar de su juventud.
No pasa desapercibido el hecho de que la actual concejala del partido mayoritario en la oposición anunciara su decisión de optar a la reelección, como presidenta local del PP, horas antes de reunirse, también de tapadillo, con los concejales de OSP, Rafael Piña y Manuel Osorio, en una zona reservada, para socios del Club Náutico, en el restaurante A Levante, en el Puerto Deportivo, tal y como desveló Marbella Confidencial.
Si Piña y Osorio llegaban a esa reunión con la incógnita de saber si su interlocutora iba a mantener las riendas del PP de Marbella, tras el Congreso Local, ella misma les despejó las dudas.
¿Seguirá pensando Piña que Ángeles Muñoz está “caducada”, como dio en una entrevista en RTV Marbella? (Ver vídeo a partir del minuto 6:28)
A priori no parece que a Piña y Osorio les agrade mucho la idea de pactar una moción de censura con ella como alcaldesa y por eso le propusieron dos opciones que la senadora y el presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, rechazan de plano: la primera sería un bipartito PP-OSP con alcalde de Opción Sampedreña y la segunda, aún más rocambolesca si cabe, se enmarca en el llamado “gobierno de concentración” de todos los partidos –salvo Podemos– con Osorio como alcalde con más posibilidades que Piña, dentro de lo remoto que es todo.
Los posibles sucesores
El hecho de que Muñoz logre retener el control del partido en el municipio no es un cheque en blanco para que la dirección provincial, con Elías Bendodo al frente, le otorgue su aval como candidata en 2019. De sobra es conocida la voluntad de renovación del reelegido presiente del PP de Málaga. Como tapado para suceder a Muñoz suena Cardeña, flamante consejero delegado de Acosol, una plataforma mediática de lanzamiento y reparto de publicidad que ya usó con éxito el alcalde de Marbella, José Bernal (PSOE).
Pero que nadie descarte como posible delfín, en la carrera sucesoria de Muñoz, al edil y parlamentario Félix Romero, un hombre de consenso dentro y fuera del partido, con ocho años de gestión municipal, sin enemigos y nacido en Marbella, concretamente del barrio de Leganitos, el mismo donde se crió y vivió Bernal.
El único hándicap de Romero, que no tendría que ser tal, es su alejamiento del aparato del PP. No está en las intrigas de mesa camilla habituales de las formaciones políticas y actualmente reside en Málaga.
La gran incógnita en el horizonte de las elecciones de 2019, al margen de lo que decida OSP sobre el futuro gobierno municipal a corto plazo, está en saber quién será el candidato del PP a la Alcaldía. Huelga decir que las posibilidades de Muñoz dependen por completo de las decisiones de un juez: Gonzalo Dívar.
En manos de los jueces
El titular del Juzgado de Instrucción 3 de Marbella tramita dos causas penales en las que la ahora senadora aforada aparece denunciada por la Fiscalía. Se trata del llamado ‘caso PGOU’, así como el procedimiento por la contratación irregular de altos cargos municipales del PP, que Muñoz firmó personalmente. El futuro político de la sempiterna presidenta local, que lleva camino de igualar en trienios a Pedro Fernández Montes en Torremolinos, parece sombrío si le vienen mal dadas en los tribunales.
Si Dívar remite al Supremo ambas causas y Muñoz llega como investigada (antes imputada) a la primavera de 2018, fecha en la que se conocerán los alcaldables, tendrá muy complicado, por no decir imposible, repetir por quinta vez al frente de la lista conservadora en Marbella (2003, 2007, 2011 y 2015). En 2019 llevaría 21 años al frente del PP local, si para entonces le permiten seguir, en caso de estar encausada en procesos penales. Los jueces decidirán.