En completo silencio, esposado, y apenas minutos antes de las 9 horas de este miércoles, el español Carlos Fernández se presentó ante el juez federal Leopoldo Rago Gallo para que decida sobre su futuro: o lo mandan de vuelta a su Marbella para que lo juzguen por sus acciones como concejal o lo ponen en libertad y vuelve a inmiscuirse entre los sanjuaninos.
De un lado estará el fiscal federal general Francisco Maldonado, quien representa los intereses de la sociedad argentina ante la justicia nacional. No se sabe oficialmente qué posición tomará el titular del Ministerio Público Fiscal de la Nación en este caso.
Su opinión es clave. En el caso de que el fiscal federal Maldonado entienda que debe ser extraditado, el juez federal Rago Gallo podrá o no hacerse eco de ese planteo.
Pero si el fiscal Maldonado no pide que sea extraditado, el juez federal está obligado a resolver en ese sentido y Carlos Fernández deberá ser puesto en libertad.
¿Por qué? Porque legalmente el fiscal es el dueño de la acción penal en el proceso. Es decir que, si no acusa, todo se cae.