La campaña electoral ha comenzado en Marbella marcada por la incertidumbre en torno a posibles pactos postelectorales, si se tiene en cuenta que tras ocho años de gobierno del PP la formación conservadora no tiene asegurada la mayoría absoluta (14 concejales). Al menos así lo vaticinan todas las encuestas internas que manejan los partidos y otras que se conocerán en los próximos días.
Desde que en la campaña de 2003 todos los partidos de la oposición soñaran con arrebatarle el gobierno local al GIL en las urnas, no se conocía una situación similar en Marbella. En esta ocasión se trataría de un posible tripartito, o cuatripartito, que le cerraría el paso al PP como lista más votada. Siempre con el permiso de OSP, que resulta clave en todas las combinaciones que se barajan y es considerado por los ‘populares’ –siempre en privado– como su único socio posible, en caso de no poder gobernar Ángeles Muñoz en solitario.
El candidato del PSOE, José Bernal, arrancaba la campaña con un acto en la barriada de Miraflores, junto a miembros de su lista, militantes y simpatizantes, y optaba por la tradicional pegada de carteles, con cubo, cola y escoba en mano. El socialista presentaba su decálogo de compromisos “para el cambio”. La creación de empleo es la principal premisa que se marca, así como “menos impuestos” con la revisión a la baja de las tasas y “especial atención” al IBI, incrementado considerablemente por el PP en los últimos ocho años.
Bernal se declaró “orgulloso” de llevar las siglas del PSOE bien visibles en sus carteles porque, según dijo, “pertenezco a un partido con 136 años de historia que no se esconde”, expuso en clara alusión al PP, cuyo logotipo es prácticamente invisible en los carteles y programas electorales de la candidata y alcaldesa, Ángeles Muñoz.
Pasadas las 22 horas la coalición Izquierda Unida elegía, de nuevo, la plaza del Teatro de Marbella para comenzar su andadura electoral, tras hacerlo en los comicios autonómicos. Su candidato, Miguel Díaz, que se estrena como relevo a Enrique Monterroso, reivindicó el trabajo de su partido “frente a la corrupción”, durante los años duros del gilismo, y se refirió a la etapa actual del PP como la del “neogilismo”. Abogó por “acabar con 24 años de mayorías absolutas”, si se suman las cosechadas por Jesús Gil, Julián Muñoz y Ángeles Muñoz.
Díaz definió a IU como “el cambio”, mientras otros –dijo– “se presentan como el recambio”. La frase no pasó desapercibida, si se tiene en cuenta que es la que utiliza el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para referirse a Ciudadanos.
El PP eligió un balcón para que se asomara Ángeles Muñoz
La candidata del Partido Popular, Ángeles Muñoz, se desmarcó de la tradición de los carteles y eligió un balcón de la barriada Divina Pastora para asomarse desde allí y dirigirse a sus militantes en los primeros compases de la campaña. Por cuarta vez encabeza la lista conservadora, pero en esta ocasión las siglas del PP y su gaviota son prácticamente inapreciables. Todo lo copa el lema “Vota Ángeles Muñoz”, cuando lo lógico es pedir el voto para el partido, cuya marca cotiza a la baja actualmente, a tenor de los múltiples escándalos que salpican a la formación de Génova 13.
OSP protagonizó un acto en la Plaza de la Iglesia
La formación Opción Sampedreña (OSP) liderada por Rafael Piña, protagonizó un acto reivindicativo frente a la antigua Tenencia de Alcaldía de San Pedro, desmantelada tras la llegada al poder del PP. Como es sabido, OSP ha hecho bandera de su propuesta “irrenunciable” en cuanto a recuperar la citada dependencia municipal y eliminar la división actual de San Pedro en dos distritos. También tienen entre sus máximas prioridades contar con un presupuesto propio para este importante núcleo poblacional. Son dos condiciones que tendrá que asumir cualquier socio de gobierno que pacte con este partido político.
No se qué cotiza más a la baja, el PP o esta señora que quiere despojar a Marbella de su patrimonio en beneficio propio