Dura y sorprendente ofensiva de Ciudadanos en Marbella contra el PSOE, en esta recta final de campaña electoral, para los comicios del próximo domingo 26 de mayo. Miles de habitantes del término municipal con derecho a sufragio se habrán encontrado ya en sus buzones con una carta personalizada, nombre y apellidos, enviada por la formación naranja. En el mismo sobre está la papeleta de la candidata de Cs, María García.
En el folio en tonos blancos y naranjas a doble cara, en el que también está la bandera andaluza, hay virulentos ataques a los socialistas: “Vamos a cerrar el grifo a los corruptos y enchufados del PSOE, como ya hemos hecho en la Junta de Andalucía”, reza uno de los epígrafes del documento, a pesar de que los socialistas no gobiernan actualmente en la ciudad.
La palabra “Marbella” no aparece en ningún momento en la citada carta, por lo que se trata de un modelo que sirve a Cs para otros municipios donde presenta candidatura en Andalucía.
Pero sin duda, lo que más llama la atención es que Ciudadanos reivindica ser “el nuevo voto útil… para que PSOE y Podemos no gobiernen en nuestro municipio”. Se trata de una estrategia que se repite en todos los ayuntamientos donde los socialistas pueden sumar con la izquierda.
Se da la circunstancia de que el mismo día en que se ha iniciado esta ofensiva contra el partido del puño y la rosa la alcaldable de la formación liberal ha comparecido junto al veterano exedil del PSOE Francisco Zori, afiliado desde hace años a Cs (no integrante de la lista) y ex coordinador de la campaña electoral de Paulino Plata en 2007 frente a Ángeles Muñoz (PP). Fue cuando la actual alcaldesa obtuvo su primera mayoría absoluta y el candidato rival logró el famoso ‘techo de Plata’, la cifra de diez concejales aún no alcanzada por Pepe Bernal, actualmente con 8 ediles.
La candidata de Cs no ha descartado un pacto con el PSOE porque está abierta a gobernar con todos los partidos
Este ‘mailing’ se produce cuando la candidata marbellí no ha descartado en ningún momento gobernar con el exalcalde y candidato socialista, José Bernal. De hecho, García, aseguró en su acto de presentación como alcaldable que estaba abierta a gobernar con todos los partidos políticos de Marbella, sin excepciones y sin ningún ‘cordón sanitario’, como se ha denominado desde el PSOE la negativa de Albert Rivera a cualquier pacto de gobernabilidad o investidura de Pedro Sánchez.
Marbella Confidencial ha podido constatar que la carta distribuida contra el PSOE en Marbella es idéntica a capitales de provincias andaluzas como el caso concreto de Córdoba.
En la capital de la Mezquita-Catedral es remota, a tenor de las encuestas, la posibilidad de pacto entre PSOE y Cs (el bloque de izquierdas suma por poco), al contrario de lo que podría ocurrir en Marbella si los socialistas remontan el resultado de la encuesta de Deimos Estadística (7-9 escaños) y los ‘naranja’ suben también (ahora 2-3). Sería el pacto soñado por Bernal y al que se podría sumar el candidato de IU, Miguel Díaz, aunque fuera como acuerdo de investidura para frenar al PP, según admiten fuentes socialistas de toda solvencia. Díaz no ha cerrado la puerta a esta posibilidad en sus habituales declaraciones de campaña.
En este documento se mezclan mensajes relacionados con “exigir el fin de los privilegios de los nacionalistas para que Andalucía reciba lo que le corresponde”, una idea más propia de unas elecciones autonómicas que de una cita en clave local. No hay duda de que el partido que lidera Juan Marín en la comunidad autónoma pretende rentabilizar también su presencia en el Ejecutivo que preside Juanma Moreno (PP).
La situación de la candidatura de Cs Marbella es diametralmente opuesta a la que lidera su compañero Juan Cassá en Málaga, como cabeza de cartel. El hasta ahora edil opositor frente al alcalde Francisco de la Torre dejó claro días atrás que “por supuesto” pactaría con el PSOE.
A medida que avanza la campaña en Marbella, y con la carta ahora ‘buzoneada’, se hace evidente, de forma paulatina, que Cs ha aplicado una especie de programa marco, con propuestas tipo, que lo mismo valen para Córdoba que para Marbella. La primera ciudad está gobernada por PSOE, IU y Ganemos Córdoba, frente a la segunda, con PP y OSP, tras una moción de censura en agosto de 2017 contra el PSOE e IU, por parte de su tercer socio de entonces (Opción Sampedreña).
Los liberales destacan que van a cuidar de “nuestras familias y mayores”, así como promover el ocio juvenil y “ayudas a la natalidad”. Asimismo, anuncian el impulso de “nuevas áreas industriales para generar empleos y riqueza”.
Ya en el aspecto de la limpieza, un eje clave de cualquier campaña municipal, prometen “garantizar un servicio de recogida de basuras eficaz y de calidad”. Cabría preguntarse si el servicio de basuras de Córdoba es comparable al de Marbella, o viceversa, a la hora de exigir eficacia y calidad. Una pregunta que también cabría para la propuesta de “mejorar la eficiencia en la gestión de los servicios municipales con las nuevas tecnologías”.
Los guiños a autónomos y comerciantes, profesionales de quienes hace bandera siempre Rivera, tampoco faltan en el folio tamaño A4.
Sin ninguna alusión al PP, salvo para “mirar al futuro y dejar atrás las viejas políticas del bipartidismo”, algo que alude al partido conservador y al PSOE, el reverso de la carta sirve para proyectar las figuras de Albert Rivera e Inés Arrimadas en tonos anaranjados y negros. No hay duda: con una candidata desconocida como la de Marbella, jugar a proyectar la marca y a los dos citados líderes nacionales es lo que prima en estas municipales.