“Si Vox, en las autonómicas de 2022, con un Juanma Moreno en su mejor momento, fue capaz de sacar casi 7.000 votos en Marbella cómo no va a conseguir un concejal el 28-M”. La frase proviene de un experto en analizar sondeos semanas antes de las elecciones. Su vaticinio se cumplió, con creces, el pasado domingo. La formación de Santiago Abascal logró dos ediles.
Valga lo anteriormente expuesto para ilustrar que durante la pasada campaña electoral en Marbella se subestimó a dónde podía llegar la derecha populista, simplemente porque su candidato, Eugenio Moltó, era un desconocido y estaba empadronado en Estepona (votó allí).
La máxima que corría por las calles de Marbella, en general, se basaba en que, al tratarse de un candidato al que “no conocía nadie”, sumado al hecho de que “en municipales se vota a la persona, no a la marca”, Vox no iba a sacar ningún concejal.
Al votante acérrimo de Vox, el mismo que les vota en generales y autonómicas, le da igual quién encabece la lista (con la excepción del fracaso cosechado en las municipales de 2019 en Marbella). Como bien dice Moltó, cuando describe a su elector tipo, éste es “un votante nacional” y vota en clave de país. Sobre todo con la presencia tan destacada que ha tenido Bildu en la pasada campaña, huelga decir.
A nivel de Marbella Vox jugó con la inseguridad ciudadana (malos datos de criminalidad) y le fue muy bien: “Seguridad, seguridad y seguridad”, machacaba Moltó en una campaña que se jugó en las redes sociales, porque pasó sin pena ni gloria en medios locales, sin apenas repercusión.
Los ultraconservadores tuvieron el pasado domingo en Marbella 4.041 votos, frente a los 1.564 sufragios de 2019 y las 6.753 papeletas que Vox cosechó tras el exitoso 19-J de 2022 para Moreno Bonilla.
Una vez que Vox se aupó a la primacía de cuarta fuerza política en el escrutinio electoral del pasado domingo, superando el corte del 5% desde el principio y, por tanto, con representación municipal, el resto de partidos pequeños se fagocitaron entre sí sin lograr alcanzar dicho porcentaje. Se trató de Ciudadanos, Unidas con Podemos, Impulsa Ciudad, Por Mi Pueblo y Por Marbella y San Pedro (último lugar).
El éxito de un buen candidato como Osorio (OSP)
Qué decir de Opción Sampedreña (OSP), con Manuel Osorio al frente, alcanzando su histórico techo de 3 concejales (logrado en 2011). Hace doce años la formación sampedreñista, liderada entonces por Rafael Piña, tuvo 4.512 votos y 3 ediles con un porcentaje del 9,81%.
El domingo OSP tuvo menos porcentaje de voto (9,65%) que en 2011, pero 129 papeletas más, que sumaron un total de 4.641 votos. Así pues, Vox (4.041) se quedó a 600 votos de igualar a OSP.
Valga lo que dijo Osorio en la noche electoral como gran titular: “Somos la tercera fuerza política, cuando representamos a un tercio del término municipal”. Esta afirmación la deberá tener en cuenta Ángeles Muñoz para el futuro, porque OSP les dio un auténtico repaso en los colegios electorales de San Pedro Alcántara.
Una vez analizado el resultado de la tercera y cuarta fuerza vamos con los dos grandes del bipartidismo: PP y PSOE. En el caso del primero, con Ángeles Muñoz al frente por sexta vez, sus escándalos político-judiciales no sólo no le pasan factura, sino que aumenta en votos con respecto a 2019. Concretamente, Muñoz al revalidar su mayoría absoluta de 14 concejales, consiguió 616 votos más y pasó del 40,05% de 2019 al 40,78% de ahora.
Las urnas no blanquean los escándalos políticos
Que nadie vaya a pensar que los escándalos que lleva a cuestas la alcaldesa, con una falta de transparencia absoluta, tanto en la gestión municipal como en su patrimonio personal, se blanquean en las urnas. Salvando las distancias no olvidemos que estamos en una ciudad que votó a una cleptocracia, representada por el partido GIL, en cuatro ocasiones consecutivas con arrolladoras mayorías absolutas, tanto de Jesús Gil como de Julián Muñoz.
Precisamente esta semana Ángeles Muñoz perdía su aforamiento en el Senado, al ser excluida por el PP de la Diputación Permanente.
Conviene subrayar que es la primera vez que Muñoz, en unas municipales, gana votos con respecto a la anterior convocatoria de elecciones, con el añadido de que el domingo se dio la mayor abstención desde hace 40 años en las municipales de Marbella (48%).
Desde que consiguió su primera mayoría absoluta en 2007 la actual alcaldesa se había dejado por el camino más de 5.000 sufragios perdidos hasta el domingo pasado, que remontó la tendencia a la baja.
Otro aspecto que llama la atención es que Vox no le quita votos al PP en Marbella. Son los llamados ‘votantes cafeteros’ de Abascal que eligen esta marca electoral en cualquier cita.
En el caso de Ciudadanos cuyo líder, Ángel Mora, hizo una buena campaña y dejó claro que no haría alcaldesa a Muñoz, éste se quedó con más de 1.600 votos de los más de 2.500 sufragios que logró la única edil que tenía la formación liberal desde 2019. Como conclusión, podríamos decir que los más de 600 votos de Muñoz ahora pudieron salir de votantes que confiaron en Cs en 2019.
No cabe duda de que el llamado ‘voto de castigo’ a Pedro Sánchez y sus política radicales a nivel nacional ha pasado factura el candidato del PSOE, Pepe Bernal. Sin paliativos, ni paños calientes, el exalcalde socialista salió en la noche electoral a hablar claramente de “tremenda derrota”.
De igualar el famoso techo electoral de Plata a retroceder a 2015
Bernal pasaba de haber igualado en 2019 el famoso techo de Paulino Plata en 2007, con 10 ediles ( le faltó poco mas de un punto para igualar al exconsejero de la Junta en porcentaje) a tener ahora 8 concejales.
Una vuelta atrás a 2015, cuando el PSOE tuvo en el municipio esos mismos 8 munícipes. Sin embargo, entonces Muñoz perdió la mayoría absoluta y Bernal logró formar gobierno con OSP, IU y el apoyo de Podemos desde la oposición.
Las cuitas entre Unidas con Podemos e Impulsa Ciudad
En el caso de Victoria Morales, la candidata de los partidos a la izquierda del PSOE, cuya papeleta representaba a seis partidos bajo el resumen de Unidas con Podemos, la decepción es considerable. De hecho, este jueves la citada formación ha pedido a Impulsa Ciudad una reflexión sobre los resultados obtenidos al no haber concurrido en el bloque izquierdista
“A pesar de los llamamientos y contactos, otra opción política, Impulsa Ciudad, siempre se negó y cerró la puerta a cualquier acuerdo político o electoral. Lo hicieron directamente y de forma pública, por lo que consideramos que desde Unidas con Podemos hemos hecho todo lo posible por conseguir una candidatura conjunta con más posibilidades de tener un mejor resultado”, recalca Morales en un comuniado.
En base a lo anterior hacen “un llamamiento a Impulsa Ciudad y a la ciudadanía en general a la reflexión sobre los resultados obtenidos y a un replanteamiento de las estrategias políticas de cara al futuro”, reclaman a un partido que siempre ha jugado a la ambigüedad política para no ser vinculado solamente a la izquierda.
Sostienen desde Unidas con Podemos que “en nuestras organizaciones encontrarán mano tendida y la máxima colaboración para la construcción de opciones políticas amplias y transformadoras”
La reacción de Javier Lima no se ha hecho esperar. En declaraciones a la cadena SER el que fuera simpatizante de IU (no militante) antes de crear en 2019 su partido, ha respondido que “en estos casos siempre tiene que haber un tonto útil y echarle la culpa a los demás”.
Este empleado municipal –personal laboral– a las órdenes del concejal del PP Cristóbal Garre, recuerda a Morales que Unidas con Podemos perdió 1.500 votos, con respecto a hace cuatro años, por que logró el domingo peor resultado juntos que separados en 2019.
“Nosotros en Impulsa Ciudad, papeleta arriba o abajo, hemos logrado el mismo resultado que hace cuatro años”. Así pués Lima, anima a reflexionar a Morales y los suyos. Destaca, además, que en Unidas con Podemos había formaciones integradas “sin presencia” en Marbella, en alusión a Alianza Verde- Equo o Más País (el partido que lidera Iñigo Errejón a nivel nacional).
Más allá de las cuitas internas entre Victoria Morales y Javier Lima este último cosecha su segundo fracaso como líder de una lista y ella el primero. No obstante, la dirigente de IU iba como número 2 de la candidatura que lideró Miguel Díaz en 2019, cuando no lograron concejal alguno.
A Paco Gómez le faltó una campaña más larga
La misma noche de la derrota electoral, con 1.355 votos y el 2,82%, el candidato de Por Mi Pueblo(PMP), Paco Gómez, anunciaba que a partir de ese momento comenzaba la andadura de cuatro años para volver a presentarse en 2027. Por tanto este empresario, economista de profesión, ha decidido seguir adelante, e incluso volver a ser candidato: “Por qué no, soy joven”, declaró a la televisión municipal.
A Gómez le ha faltado una campaña electoral más larga, porque se le hizo muy corta a su partido. El excordinador local de Cs reconocía que se había encontrado a electores que desconocían la existencia de su proyecto.
El alcaldable de PMP fue muy claro con respecto a los pactos en una entrevista con Marbella Confidencial. Dijo que con sus votos no harían alcaldesa a Muñoz, pero sí a otra persona del PP.
Sólo en las manos de quien militó también en el PP –se marchó de la formación ya hace muchos años– está en convertirse en alternativa del centroderecha al actual modelo de Ángeles Muñoz. Se trata de una carrera de fondo, pero cuatro años pueden pasar más rápido de lo que pueda parecer. No en vano, la alcaldesa tiene un procedimiento abierto en la Fiscalía del Supremo. Podría ser incluso inhabilitada y no terminar la presente legislatura. La sucesión está clara y la representa Félix Romero, sin ningún género de dudas.