La presidenta de la Mancomunidad Occidental, Margarita del Cid, se halla en el ojo del huracán en un momento trascendental para su carrera política, cuando aún no está claro si liderará la lista electoral por Torremolinos. Este lunes se ha conocido que existe una denuncia interna, dirigida a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en la que se aportan documentos sobre gastos personales de la propia Del Cid sufragados con fondos públicos del organismo supramunicipal que preside.
Así, tal y como publica El Confidencial, que reproduce la documentación, la que fuera secretaria general del PP de Málaga, actualmente vicepresidenta, destinó 1.900 euros de la cuenta corriente del Grupo Popular en Mancomunidad al Programa de Liderazgo Público en Emprendimiento e Innovación de la Deusto Business School de Madrid.
De hecho, fue la propia Del Cid quien el 4 de octubre de 2013 dio instrucciones a a una asesora de la Mancomunidad, desde su correo electrónico del Congreso para que se formalizara dicho pago. En aquel entonces la política malagueña acumulaba un gran abanico de cargos: presidenta de la Mancomunidad, secretaria general del PP malagueño; diputada por Málaga en la Cámara Baja y edil de Torremolinos.
La denuncia contra Del Cid, dirigida a la sede nacional de la formación conservadora, tiene fecha de registro de entrada el pasado 26 de octubre. Los denunciantes sostienen que, entre al menos 2011 y 2015, la presidenta de Mancomunidad llevó a cabo un uso personal de tales aportaciones de fondos públicos. Hubo dinero dispuesto a través de cheques en blanco, cenas de lujo en días no laborables en caros restaurantes como Frutos y El Higuerón, así como el pago de estudios demoscópicos por valor de 30.000 euros, según el medio que dirige Nacho Cardero.
Algunas fuentes consultadas por Marbella Confidencial, cercanas al Partido Popular de Málaga, atribuyen la denuncia contra Del Cid al sector crítico del PP de Torremolinos, encabezado por el polémico exalcalde Pedro Fernández Montes, quien actualmente mantiene una guerra abierta con Del Cid y la dirección provincial del partido para evitar a toda costa que ella no sea candidata a la Alcaldía de este municipio.
La división interna en e PP de Torremolinos llega a tal extremo que ni siquiera se ha celebrado un congreso local del partido conservador, al contrario de lo que ha ocurrido en la mayoría de los municipios de la provincia. Las fuentes citadas reconocen que estas revelaciones sobre la gestión pública de Del Cid, en supuesto beneficio personal, no le ponen precisamente fácil la carrera por ser alcaldable, ya de por sí plagada de obstáculos.
La documentación que maneja El Confidencial muestra que cuando Margarita del Cid ocupó el cargo de presidenta en 2011 había ahorrados en la cuenta casi 80.000 euros porque esas asignaciones al Grupo del Partido Popular apenas se habían tocado por la anterior presidencia.
Se da la circunstancia de que hasta 2015, conforme al texto de la denuncia enviada a Cospedal, Del Cid no habría justificado 6.150 euros por la emisión de cheques, no habría pasado por la Intervención de la institución 29.232 euros destinados supuestamente a servicios sociológicos, habría acreditado unos 7.000 en gastos muchas veces dudosos, como cenas en restaurantes de lujo, y habría traspasado hasta 40.000 euros al Partido Popular provincial entre mayo de 2013 y junio de 2014, algo que no se había hecho anteriormente.
Respecto a esa última categoría de desembolso, la Mancomunidad asegura a este diario que “la Ley Orgánica 8/2007 sobre financiación de los partidos políticos, en su artículo 2, número 1, letra e, expresamente lo permite”.
Entre los gastos aportados a Genóva llama la atención la factura firmada por Del Cid por una cena de cuatro personas, celebrada un viernes de diciembre de 2013, que supuso casi 300 euros pagados por Mancomunidad. Los cuatro comensales disfrutaron de dos botellas de vino Macán 2009 por un total de 91 euros más IVA.
La Mancomunidad Occidental, al igual que otras instituciones pública, designa unos fondos públicos para el mantenimiento dentro del seno de la propia institución de los grupos políticos que la componen. Tales fondos son ingresados en una cuenta de cada una de las formaciones políticas. No obstante, según el decreto firmado por la propia Margarita del Cid, los fondos deben destinarse exclusivamente a gastos de funcionamiento del grupo dentro de la entidad, conforme al artículo 73.3 de la Ley Reguladora de Bases del Régimen Local.
Así pues, el dinero público no debe destinarse para gasto de nada relacionado con el personal, ni con sus nóminas ni con la adquisición de bienes patrimoniales. Es decir, se puede usar para comprar café para los plenos, para gastos de oficina y poco más. Ni cursos de formación, ni comidas de lujo ni talones al portador. Y mucho menos por gastos sin justificar.