La Policía Nacional ha desarticulado un peligroso grupo de narcotraficantes polacos cuyo líder operaba y dirigía la organización delictiva desde su lujosa residencia de Marbella, donde fue arrestado. Ha sido una operación conjunta coordinada por la Europol para acabar con esta red que distribuía droga por Europa. Sólo en la casa del capo de la banda se halló una tonelada de hachís en fardos.
Así lo ha comunicado este viernes el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, en rueda de prensa junto al jefe de la Comisaría Provincial de Málaga, Pedro Garijo; el director del ECCT de Europol, Manuel Navarrete; el ‘deputy chief of Central Investigacion Bureau’, Pawel Poltorzycki, así como responsables operativos de la Policía Nacional y otros representantes de la Policía de Polonia.
Briones ha informado de que han sido detenidas 23 personas y se han llevado a cabo ocho registros. Como resultado de la operación, también se han bloqueado propiedades valoradas en dos millones de euros, diversos productos financieros y cuentas bancarias e incautado vehículos por valor de 137.000 euros, además de 45.000 euros en efectivo, armas y otros efectos y documentos.
Las informaciones que condujeron a las detenciones
La actuación policial tuvo su origen en informaciones que apuntaban hacia un grupo criminal integrado por ciudadanos polacos en su mayoría, asentados en la provincia de Málaga, y en dos envíos de sustancias estupefacientes, gestionados por la organización polaca que operaba desde España, que fueron interceptados en los meses de abril y mayo del presente año, informa Europa Press.
El grupo criminal del que formarían parte los investigados estaba dedicado al tráfico de drogas y delitos graves como homicidios y secuestros y fue desmantelado en Polonia a finales de los años 90 y sus miembros fueron condenados a penas de entre 15 y 20 años. Sus integrantes estarían saliendo así en la actualidad de prisión y trasladándose a España para continuar aquí sus actividades delictivas, estiman desde la Policía.
El líder de este grupo criminal, denominado ‘Pruszkow’, apodado “el bandido”, contaba con numerosos antecedentes en Polonia y ha sido detenido en Marbella, donde “vivía una vida completamente normal”, según han indicado los agentes.
El subdelegado ha elogiado la colaboración entre agentes provinciales y los de Polonia, Francia y Dinamarca, que también han formado parte de la operación, al tiempo que ha felicitado “el esfuerzo, la coordinación, el tesón y el compromiso integral” de dichos efectivos.
Por su parte, el jefe de la Comisaría Provincial de Málaga también ha resaltado “la colaboración y coordinación” desarrollada, destacando “el trabajo realizado por un grupo de localización de activos patrimoniales”, ya que “el delito se comete fundamentalmente para obtener algún beneficio económico”, por lo que es necesario “ser capaces de averiguar a dónde han ido los beneficios de su actividad delictiva”, ha asegurado.
También el jefe adjunto de Central Investigacion Bureau, por su parte, ha señalado que es “muy bueno que la policía polaca y española hayan podido llevar a cabo una operación así con la colaboración de la Europol”, ya que “el problema ahora de la policía es que los ‘chicos malos’ huyen para llevar a cabo sus operaciones en otros países”.
Así, Poltorzycki ha apuntado que el líder de esta banda salió en 2010 de la cárcel en Polonia, y que su grupo se encargaba “de todas las actividades criminales posibles, incluido el homicidio”, así como que se trasladó a España debido a que algunos miembros de su grupo ya habían huido a la Costa del Sol mientras él estaba en la cárcel.
Por su parte, el director del ECCT de Europol ha subrayado, del mismo modo, que para estos grupos criminales “no existen fronteras”, por lo que “un alto nivel de colaboración” es “muy importante”, ya que así “no habrá sitio donde se puedan esconder”.
“Europol es una herramienta y se pone en valor cuanto más se usa”, ha afirmado, destacando que “estas amenazas son globales y se mueven de un país a otro”, por lo que “es una oportunidad para estar en primera línea”. “Mientras más se usen estas herramientas, el contacto directo, los analistas especializados, más difícil será para los delincuentes evitar la acción policial”, ha subrayado Navarrete.
El desarrollo de la operación policial
Las informaciones que dieron origen a la operación se vieron reforzadas por dos incautaciones realizadas por las autoridades francesas y danesas. Dos envíos de sustancias estupefacientes, gestionados por la organización polaca que operaba desde España, fueron interceptados en los meses de abril y mayo del presente año, 75 kilogramos de hachís en Dinamarca y 35 kilogramos de marihuana en Francia que procedían de Málaga.
Así se pudo averiguar que la organización había enviado desde Málaga una importante cantidad de hachís a Polonia a bordo de una furgoneta. Este vehículo ocultaba en dobles fondos unos 170 kilogramos de hachís. Su conductor fue detenido en Valdepeñas.
Otros dos miembros de la organización, que realizaban labores de vigilancia circulando a bordo de un vehículo unos kilómetros por delante de la furgoneta para alertar de la presencia policial, fueron igualmente arrestados. Posteriormente se registró un domicilio situado en una urbanización de la localidad de Marbella donde la organización almacenaba 930 kilogramos de hachís y otros tres miembros de la banda fueron detenidos.
Un mes más tarde se pudo averiguar que otro colaborador de la organización iba a salir del territorio nacional a bordo de un vehículo que formaba parte de un convoy de droga. A pesar de ser detenido en la provincia de Navarra el envío con el estupefaciente no pudo ser finalmente interceptado.
Una segunda fase del operativo se centró en la neutralización del grupo criminal de origen español que suministraba marihuana a la organización investigada. Las pesquisas apuntaban a que se iba a realizar un transporte de droga por parte de miembros de la organización. Un dispositivo organizado por agentes de la Udyco Costa del Sol culminó con la incautación de 14 kilos de marihuana, a los que habría que sumar otros tres que guardaban en los domicilios de los siete detenidos en esta ocasión.
Las detenciones
La última fase de la investigación se desarrolló de forma coordinada en Polonia y España, donde se realizaron ocho registros en los domicilios de los principales investigados en España, en las localidades malagueñas de Marbella y Estepona, así como en Lebrija (Sevilla).
Una vez localizados los investigadores detuvieron a siete miembros de la organización, entre los que se encontraban sus máximos responsables, dando por desarticulada su estructura en el país. En los registros domiciliarios realizados se intervinieron más de 30.000 euros y 2.100 dólares en efectivo, cuatro vehículos de alta gama, pequeñas cantidades de marihuana y hachís, una escopeta modificada, una defensa eléctrica, equipos de comunicación, material de geolocalización, un inhibidor de frecuencias, una sirena para vehículos, un set de ganzúas eléctricas y útiles para la extracción de bombines, envasadoras, básculas y diverso material informático y documentación.
Simultáneamente las autoridades polacas llevaron a cabo entradas y registros en seis inmuebles en territorio polaco interviniendo documentos notariales de bienes y propiedades por un valor de 1.430.000 euros y distintos documentos notariales y bancarios en relación con propiedades, transferencias bancarias y acciones bursátiles. También fueron intervenidas armas de fuego y munición.
Por su parte, en España se ha solicitado igualmente la prohibición de enajenación y disposición de distintos bienes inmuebles y productos financieros pertenecientes a miembros de la organización –una finca valorada en unos 1.500.000 euros y ocho vehículos–, así como el bloqueo de once cuentas bancarias.