El exconcejal del PA en Marbella, Pedro Pérez ‘Chotis’ (izqda) junto al prófugo Carlos Fernández (centro) , el exparlamentario andalucista Ildefonso Dell’ Olmo y la exedil María José Lanzat en 2005. Foto/J.C.Villanueva
Se acabó. El último eslabón de la corrupción municipal que permanecía unido al actual Ayuntamiento de Marbella dejará en breve el consistorio para ingresar en prisión. Pedro Pérez ‘Chotis’, el exlugarteniente del prófugo Carlos Fernández en el Partido Andalucista, ha visto incrementada su condena por el Supremo. De dos años de cárcel iniciales pasa a los 3 y medio. Todo ello al haber modificado el tribunal el tipo penal del cohecho y elevar las penas por tal delito para once exediles, incluido Pérez Salgado.
La sentencia de primera instancia dictada por el tribunal malagueño consideró que el cerebro de la trama de corrupción municipal marbellí, Juan Antonio Roca, tenía a los concejales que apoyaron la moción de censura contra Julián Muñoz “en nómina”, para conseguir obediencia en cuanto a decisiones, pero no vinculaba cada soborno recibido a un hecho concreto. Solamente se apreció la figura del cohecho pasivo para acto injusto no realizado.
Ahora, el ponente de la sentencia firme, Juan Saavedra, aprecia que los sobornos se produjeron a cambio de “actos ejecutados” y nos por actos injustos no realizados, como estimó la Sala malagueña que presidió José Godino.
‘Chotis’ también se enfrenta a 84.000 euros de multa y 7,6 años de inhabilitación, frente a los 5 que recayeron sobre él inicialmente. A pesar de las condenas firmes por delitos urbanísticos y la no firme de ‘Malaya’ la relación del exconcejal andalucista con el anterior equipo de gobierno que presidió Ángeles Muñoz fue miel sobre hojuelas. La exalcaldesa nunca le apartó de su cargo, a pesar de no ser funcionario, e incluso le premió con un complemento de productividad de más de 300 euros que ahora le ha retirado el alcalde José Bernal.
Pena de prisión aumentada para la exedil del PA María José Lanzat
El Supremo también ha aumentado la pena por cohecho para la exedil del PA María José Lanzat, otra de las colaboradoras fieles de Fernández al secundar la moción de censura de 2003 contra Julián Muñoz. Ahora sobre la que fuera también delegada de Turismo de la Junta de Andalucía –cuando el PA gobernó con el PSOE– recaen 3,6 años de prisión, 7,6 de inhabilitación y multa de 48.000 euros por cohecho. Ella también recibió sobres con sobornos de Roca.
Patata caliente para el tripartito hasta que se ha producido la sentencia firme
Pedro Pérez se convirtió en una patata caliente para el actual equipo de gobierno (PSOE, IU, OSP) desde que tomaron posesión. Los socialistas e Izquierda Unida habían sido muy beligerantes con la exalcaldesa para que apartara de su cargo a ‘Chotis’ en la delegación de Deportes. Consideraban que no debía tener acceso a caudales públicos en la gestión de Instalaciones Deportivas.
Ángeles Muñoz sí apartó de su cargo al exjefe de la Policía Local, Rafael del Pozo, a pesar de sí ser él funcionario y no ser firme su condena. Además, Del Pozo tuvo menor pena de prisión que ‘Chotis’ en la primera sentencia de la Audiencia de Málaga (18 meses). Ahora, el Supremo le exime de cualquier pena privativa de libertad, reduce la multa a 60.000 euros, frente a los 120.000 y le condena a dos años de inhabilitación, que el exmando policial ya habría cumplido apartado de su cargo. La pena inhabilitadora inicial fue de 5.
El paradero de Carlos Fernández
Siempre se ha sospechado que Pedro Pérez sería una de las únicas personas que conocen el paradero de su amigo y exjefe directo, Carlos Fernández, junto a la familia del que fuera tercer teniente de alcalde. Todavía es un misterio, a día de hoy, y en 2016 podría prescribir la responsabilidad penal de ‘Malaya’ para el que fuera líder del PA en Marbella y exedil del GIL, ya condenado en firme por apropiarse de 78.000 euros de las nóminas de los jugadores de la Unión Deportiva San Pedro, “jornaleros del fútbol”, como así les llamó el famoso periodista deportivo José María García.
Lo único cierto y de lo que hay constancia es que el corresponsal de El Mundo en Buenos Aires, Juan Ignacio Irigaray, pudo confirmar que Fernández, tras fugarse de España en 2006, al estallar el ‘caso Malaya, entró con su propio pasaporte por el aeropuerto bonaerense de Ezeiza, cuando el juez Miguel Ángel Torres no había cursado aún una orden internacional de búsqueda y captura. Lo que no consta en las aduanas argentinas es la salida del prófugo con su identidad real. Si lo ha hecho, algo que se da por hecho, tuvo que ser con un pasaporte falso.
