Punto y final a un tortuoso camino urbanístico para el actor Antonio Banderas. El Pleno del Ayuntamiento ha legalizado este viernes por completo su chalé ‘La Gaviota’, parte del cual invadía zona de dominio marítimo-terrestre en la parte sur de la urbanización Los Monteros. Terminan así cuatro años de tramitación, tras la entrada en vigor del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2010.
El acuerdo plenario se ha llevado a cabo con los votos a favor del equipo de gobierno del PP y la abstención de la oposición (PSOE, OSP,IU y edil no adscrito). La edil de OSP Gema Midón le ha reprochado a la alcaldesa, Ángeles Muñoz, “el millón de euros” gastado en pasarelas de “madera sueca” como la que se instala en parte del terreno que cede Banderas.
“No entendemos muy bien qué arroyo tiene que salvar esa pasarela ahí, cuando no lleva agua”, ha dicho Midón sobre el arroyo Siete Revueltas. Sobre la procedencia de la madera sueca, Muñoz le ha contestado lo siguiente: “Ya me gustaría a mí que mi marido (sueco) tuviera algo que ver, o yo, en ese negocio, tratándose del mayor exportador de madera sueca; pero las empresas compran donde hay la mayor calidad”. Así se ha referido la regidora a la mercantil sueca Martinsons, subcontratada por el mayor adjudicatario de obra pública de Marbella, Construcciones Bonifacio Solís.
El actor cede 1.243 metros cuadrados de jardín
El actor se ha visto obligado a ceder 1.243 metros cuadrados del jardín del chalé. Un mal menor, porque en principio el retranqueo contemplaba la desaparición de la imponente piscina de esta residencia- que ya apenas usa el intérprete malagueño- donde nació y dio sus primeros pasos su hija Estella del Carmen.
Sobre el inmueble llegó a recaer una sentencia firme de derribo por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), a raíz de una denuncia de la comunidad de propietarios. Pusieron los hechos en conocimiento de la Justicia cuando el chalé era aún de la locutora de radio Encarna Sánchez. La estrella de la COPE se hizo con la propiedad en condiciones bastante ventajosas, a través del entonces alcalde, Jesús Gil, y el exgerente de Urbanismo cerebro a su vez de la trama de corrupción municipal ‘Malaya’, Juan Antonio Roca.
La altura de la polémica pasarela de madera sueca, determinada por la Agencia Andaluza del Agua, ha originado que se haya elevado la altura del muro un metro, para que los paseantes no restaran intimidad a la privacidad de Banderas y su familia desde el exterior del domicilio cuando transitaran por el acceso.
El Ayuntamiento de Marbella explicó en su día que el actor malagueño siempre estuvo de acuerdo en ceder esos metros, aunque solicitó que el trazado se hiciera con una forma distinta a la que marcaba inicialmente el texto. La alcaldesa marbellí, que siempre ha querido mantenerse al margen de cualquier polémica con Banderas, mantuvo que la actuación urbanística respondía a la necesidad de demoler el muro, para ejecutar el proyecto de ampliación del paseo marítimo, hacia la zona de Las Chapas.