El Tribunal Supremo ha condenado al exprimer teniente de alcalde de Marbella Pedro Román, lugarteniente del fallecido Jesús Gil entre 1991 y 1998, a indemnizar con 14,6 millones de euros a las arcas del Ayuntamiento. La Sala Tercera del alto tribunal ha reducido así la condena inicial de 56,5 que impuso el Tribunal de Cuentas (TdC) al exedil gilista.
A Román, conocido en su día como ‘la sonrisa del régimen’ se le considera responsable directo de los perjuicios contables causados a la Corporación en la etapa 1994-1998, bajo el mandato de Jesús Gil como alcalde. El motivo de la reducción de esta pena es la prescripción de parte de la responsabilidad estimada por el TdC en relación a la conducta del exedil gilista, ya condenado en el ‘caso Malaya’, entre otros procesos penales.
El fallo del Supremo ha revisado la sentencia dictada por el TdeC el 11 de abril de 2013, que analizó el caso de Marbella desde el punto de vista contable (no penal o administrativo) tras el perjuicio causado a las arcas municipales por responsabilidad de quienes dirigían el Ayuntamiento.
La sentencia no modifica la cuantía total del perjuicio que se considera ocasionado a la Corporación, que es de 81,1 millones de euros, ni tampoco la condena a pagar el total de esa cifra a cuatro hijos de Jesús Gil y Gil (Jesús, Miguel Angel, Oscar y María Angeles) como herederos suyos, al ser declarados responsables contables directos.
El fallo del organismo jurídico contable que fiscalizó los gobiernos del GIL y el postgilismo sólo fue recurrido, además de por Pedro Román, por el Ayuntamiento de Marbella, que reclamaba un aumento de la cuantía del perjuicio, y cuyo recurso se ha rechazado.