El equipo de gobierno de Marbella, con José Bernal al frente y el delegado de Seguridad Ciudadana, Javier Porcuna, como ejecutor de la decisión, ultima el cese de José Andrés Montoya como jefe de la Policía Local. Las diferencias que mantiene el sucesor de Rafael Mora con el responsable político del cuerpo, así como con el subinspector Santiago Montero, persona de la máxima confianza del alcalde, son a día de hoy insalvables.
Marbella Confidencial ha podido saber que Montoya, en una jugada de estrategia, se ha adelantado a su inminente cese al solicitar por escrito su reincorporación a la plaza que ostenta como jefe policial de Vélez Málaga. Se da la circunstancia de que cuando el pasado martes Porcuna aseguraba que el equipo de gobierno aún no había decidido si renovaría al jefe policial, al cumplirse este mes un año de su comisión de servicio, prorrogable a otro, Montoya tramitaba ya ante el Ayuntamiento de Vélez su reincorporación.
La pérdida de confianza en su gestión, así como la falta de respaldo de Porcuna en algunas decisiones policiales, son algunos de los principales motivos que mueven a Montoya a tomar esta postura que, salvo sorpresas, resulta ya irrevocable.
Las fuentes consultadas por este medio digital indican que la única manera de reconducir la situación, para que Montoya diera marcha atrás, sería que el alcalde ofreciera una rueda de prensa en la que mostrara su total respaldo y apoyo a su gestión como jefe policial.
La gota que ha colmado el vaso ha sido la apertura de un expediente disciplinario al subinspector Florentino Ruiz, adscrito a San Pedro y mando de la confianza de Montoya sin comunicárselo a éste. Todo ello en relación con la investigación abierta por el cobro de 5 euros para aparcar en unos terrenos de San Pedro anexos a dos de los conciertos que se han celebrado este verano en San Pedro.
Declaraciones del alcalde a Marbella Confidencial
En declaraciones a Marbella Confidencial, al ser preguntado por Marcel Vidal, el alcalde ha asegurado desconocer la decisión de Montoya de tramitar su reingreso en la plantilla de Vélez Málaga: “es una cuestión de Personal y son motivos particularidades de las cuales yo tengo desconocimiento porque no los llevo de primera mano”.
Al ser preguntado sobre si conoce la existencia de actas levantadas por la Policía Local al festival Starlite, por prologar su horario de apertura hasta las 6:30 de la mañana, Bernal se ha acogido también al “desconocimiento” porque, según ha dicho, “se trata de un asunto que lleva la delegación en persona”, en alusión al área de Seguridad Ciudadana que dirige el concejal socialista Javier Porcuna.
El desencuentro entre Porcuna y Montoya por el horario de cierre de Starlite
Precisamente, uno de los desencuentros existentes entre Porcuna y Montoya guarda relación con la ampliación del horario de cierre de Starlite. El primero se basa en informes de la delegación de Industria para justificar que haya un horario de discoteca hasta casi las siete de la mañana y el segundo fue el encargado de dirigir las actuaciones, al mando de un operativo policial específico que irritó sobremanera a Porcuna.
El consentimiento del Ayuntamiento para que Starlite prolongara su apertura más allá de las 3 de la madrugada, al obtener permiso como discoteca, ha motivado el malestar de numerosos empresarios de la noche, especialmente de Juan Carlos Ferrero, al frente de los locales FunKy Buddha, que ha liderado las quejas trasladadas a Montoya para que éste actuara.
El papel del empresario de la noche Juan Carlos Ferrero, propietario de locales Funky Buddha
Ferrero, que estuvo involucrado en el llamado ‘caso Funky Buddha Beach’, por no actuar el exedil de Urbanismo Pablo Moro contra las obras irregulares que se llevaban a cabo, aparece también en la polémica suscitada por el cobro de 5 euros para aparcar en dos conciertos celebrados este verano en San Pedro. De hecho, este empresario nocturno ha sido el promotor de sendos espectáculos y tenía cedido el terreno del parking cuyo cobro se investiga. Fuentes policiales consultadas sostienen que el titular de los terrenos es Tomás Olivo, que se los cedió al Ayuntamiento para la organización de los espectáculos musicales.