El Gobierno de El Salvador ha entregado este viernes en Marbella el I Premio a la Solidaridad Beato Arnulfo Romero al expresidente del Gobierno Felipe González por su aportación para alcanzar la Paz de Chapultepec, que puso fin a la guerra civil que asoló al país centroamericano desde 1979 a 1992.
González, que ha recibido el reconocimiento en el marco del II Foro Iberoamericano, que concluye este viernes en el municipio malagueño, ha asegurado que lograr un premio con el nombre de Arnulfo Romero y que está relacionado con la “cooperación del proceso de lucha por la paz y la recuperación de la democracia y las libertades” de El Salvador le ha retrotraído a “muchos recuerdos y a un esfuerzo continuado”.
El expresidente del Gobierno ha asegurado que Romero fue “un intelectual no bien comprendido ni siquiera por las máximas autoridades de la Iglesia”. “Se jugó la vida y la perdió sólo por denunciar la violación sistemática de los derechos humanos. Muchos años después se le beatifica, pero en el momento clave no fue comprendido, sobre todo por los que más le deberían haber comprendido”, ha explicado.
González, que ha recibido la distinción de manos del embajador de El Salvador en España, Jorge Alberto Palencia, ha recordado que sus vínculos con el país iberoamericano comenzaron en 1978, año a partir del cual se hablaba de la guerra civil, aunque la “represión y el enfrentamiento en El Salvador venían de antes”.
“A medida que voy envejeciendo, mi compromiso con la paz y la democracia es mayor. Y mi preocupación por la incomprensión que se produce a veces respecto a esos valores, también crece. Más cuando uno ve los acontecimientos en Estados Unidos o en otras partes del mundo”, ha apuntado el expresidente, que ha rememorado la figura del escritor colombiano Gabriel García Márquez durante su intervención.
González ha asegurado que es “mucho más difícil construir la paz y la democracia en un espacio de libertades que enfrentarse” pero ha destacado que la tarea “más noble es caminar por la senda de la paz, la libertad y la democracia”. “Eso es lo que entonces y ahora le deseo al pueblo salvadoreño”, ha señalado el exdirigente español, que ha definido a los habitantes del país centroamericano como “muy bravos y con mucha iniciativa”.
“Cuando la necesitan no existen las fronteras y soportan el sufrimiento. Tienen mucha capacidad productiva. Es un país pequeño y grande, con poca gente pero con mucha capacidad de desarrollo”, ha explicado González, que ha asegurado que “siempre seguiré queriendo” a El Salvador.