“Soy el candidato de la historia del PP andaluz con más posibilidades de ser presidente de la Junta”. Esta frase de Juanma Moreno, repetida en varias ocasiones durante la campaña electoral que toca a su fin, suena al triunfalismo propio de cualquier contienda en las urnas, pero no parece ajustarse a la realidad de las distintas batallas que ha librado el centroderecha en Andalucía, ya fuera Alianza Popular o el actual Partido Popular.
Frente al discurso de Moreno es evidente que él, sucesor del incombustible Javier Arenas, afronta el mayor reto al que jamás, desde 1982, se ha enfrentado el centro derecha en Andalucía. Nunca un líder del PP-A lo tuvo tan fácil como el antecesor de Moreno en el despacho de la calle San Fernando de Sevilla. La amarga victoria de Arenas en 2012 se tradujo en ganar al PSOE-A, por primera vez en la historia, pero no pudo gobernar: se quedó a cinco escaños de la cifra mágica de 55 diputados que equivale la mayoría absoluta. Luego vino el gobierno PSOE-IU.
Arenas tuvo todas las encuestas a favor pero le fallaron los recortes y la reforma laboral que el gobierno de Rajoy comenzó a llevar a cabo. Se produjo una movilización del voto de izquierdas, especialmente de los sindicatos –nunca se habían agitado de tal forma– que dejó a Arenas a las puertas del Palacio de San Telmo. Se dijo entonces que nunca un líder del centro derecha en Andalucía lo iba a tener tan fácil, a pesar de los errores mayúsculos que tuvo, como dejar en manos de otros dirigentes del partido el discurso duro del ‘caso Ere’, o no acudir al debate de Canal Sur, que le hubiera beneficiado frente al entonces rival del PSOE y presidente de la Junta, José Antonio Griñan, chamuscado por los casos de presunta corrupción.
Quizás Juanma Moreno pregona ser el candidato de su partido con más posibilidades de presidir la Junta porque alberga la posibilidad de sumar con otros partidos para gobernar, algo que no tuvieron Arenas y los antecesores de éste. Pero ahora, al contrario de lo que ocurría antes de que irrumpieran rivales al centro y la derecha, la máxima aspiración de los conservadores andaluces es quedar segundos, por detrás del PSOE y luego, si la aritmética lo quiere, sumar una hipotética mayoría absoluta con Cs, sin descartar a Vox, del que tanto se ha hablado en la recta final de esta campaña que concluye, en la que Susana Díaz ha agitado el fantasma de un hipotético tripartito PP-Cs-Vox.
José María Aznar atesora el mérito de haber conseguido en su día aglutinar en torno a la sede de Génova 13 a todo el espectro del centroderecha español. Nunca hubo nada a la derecha del PP. Ahora ese espectro ideológico no puede estar más dividido y será Juanma Moreno el primero en testarlo en esta cita electoral del 2 de diciembre, auténtico laboratorio de pruebas, con dos rivales al centro y a la extrema derecha: Ciudadanos y Vox respectivamente.
A tenor de todos los sondeos que se han publicado hasta ahora el PP-A parece haber llegado a su segundo suelo más bajo en porcentaje de voto, que se sitúa en el 20,7% (24-25 escaños) según GAD 3 para Abc. De producirse este porcentaje el domingo 2 de diciembre Juanma Moreno viajaría en el túnel del tiempo hacia el pasado, para situarse por debajo del 22,18% y 26 diputados que logró el entonces candidato del PP-A, Gabino Puche, con su lema ‘Anda Luz’ en los carteles de 1990.
El peor resultado fue en 1982
El peor resultado de Alianza Popular, con Antonio Hernández Mancha como candidato, se produjo en los primeros comicios autonómicos de 1982, con el 17,03% de los sufragios y 17 escaños. En aquella cita electoral se presentaba la UCD, el rival directo en el centroderecha, que cosechó un 13,05% con 15 parlamentarios.
Así pues, el PP andaluz sólo ha tenido a un rival por el centro de forma tan clara y ocupando parte de su espacio en 1982, 2015 (Ciudadanos obtuvo 9 diputados) y ahora en 2018 con el añadido ultraderechista de Vox.
El despegue de AP, tras la primera derrota autonómica de 1982, se produjo en 1986, ya sin rivales por el centro y la derecha, con un 22,17% y los citados 28 escaños en el Parlamento Andaluz.
Conviene recordar que el porcentaje alcanzado en la última cita electoral regional (2015) por parte de la lista encabezada por Moreno fue del 26,74% (33 diputados). Se presentaba Cs, que obtuvo el 9% de los votos y 9 escaños. Aquella fue una debacle sin paliativos, al descender el PP 14 puntos desde la cota máxima que dejó Arenas con el 40,67% y 50 escaños.