“Recuerdo una vez que Jesús Gil llamó a Chaves y le dijo: ¿qué pasa cabezón?”. A tenor de la declaración del exalcalde de Marbella Julián Muñoz, este martes ante un tribunal, las relaciones entre el fallecido exalcalde de Marbella y el expresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, no eran tan malas como se creía. Lo malo es que los asistentes a la vista oral que se sigue en la Audiencia de Málaga, por un nuevo caso urbanístico, se han quedado con las ganas de conocer más detalles, debido a que la presidenta de la Sala ha cortado de raíz el relato de Muñoz, poco después de pronunciar el nombre del ahora acusado en el llamado ‘caso ERE’.
En las postrimerías de esta primera sesión, en la que también se acusa a Juan Antonio Roca y otros exediles del GIL, además de dos empresarios, por diversos delitos en el marco de dos operaciones urbanísticas, Muñoz estaba declarando a preguntas de las acusaciones cuando se ha remontado a aquellos tumultuosos finales de los 90 y principios de los 2000. “La relación entre Chaves y Gil era de cabezonería y protagonismos, para ver quién mandaba más”.
Previamente a nombrar a Chaves, Julián Muñoz ha relatado una reunión en la delegación de Urbanismo de la Junta en Málaga con la exconsejera de Hacienda, Magdalena Álvarez, la exdirectora general de Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, Josefina Cruz, y el exdelegado provincial de la Junta José María Ruiz Povedano.
“Yo estuve pactando con Josefina Cruz, Magdalena Álvarez y Ruiz Povedano, quienes me dijeron que respetaban lo que había del Plan Genereral del 98 (el aprobado de forma unilateral por Gil), lo que hubiera fuera de ordenación se quitaba y que se siguieran firmando convenios con los Planes del 86 y 98 juntos. Todo se acordó en la delegación de Urbanismo de Málaga”, ha recordado el exalcalde sobre hechos que tuvieron lugar entre 2002 y 2003, antes de que fuera apartado de la Alcaldía por una moción de censura en agosto de 2003.
El relato de Julián Muñoz en cuanto a la celebración de dicha reunión en dependencias malagueñas de la Junta cuadra con la realidad, salvo por el nombre de Magdalena Álvarez. Es cierto que todos ellos se reunieron en julio de 2003, con presencia de periodistas convocados, pero quien fuera luego ministra, ahora también acusada en el banquillo del ‘caso ERE’, no estaba allí, salvo que el exalcalde se refiera a otras reuniones sin periodistas.
Cierto es también que, al salir de aquella reunión con la Junta, Muñoz declaró a los periodistas: “La Junta me ha puesto como condición para hacer un nuevo Plan que le corte la cabeza a Roca”, tal y como reflejan las hemerotecas. De hecho, este martes, durante el juicio, el exalcalde ha lamentado que “no hacer caso a Gil fue el principio de mi final y la cárcel”, en clara alusión a que, tras haberse plegado a los deseos del Ejecutivo andaluz, Muñoz destituyó a Roca como gerente de Urbanismo y se produjo la moción de censura, auspiciada por el propio Jesús Gil.
Otros datos novedosos aportados por Muñoz
Las alusiones a Chaves no han sido los únicos argumentos novedosos de la expareja de Isabel Pantoja en la sala de vistas de este tribunal malagueño. De hecho, el mismo ha reconocido que era “la primera vez” que hablaba sobre la responsabilidad en el urbanismo municipal del exedil del GIL Mario Jiménez, que no sienta en el banquillo y era el hijo del todopoderoso gerente de sociedades municipales José Luis Jiménez, peón de confianza de Gil ya fallecido.
“Cuando a Jesús le inhabilitaron en 2002 (por el ‘caso camisetas) a mí no me dejaba sentarme en el despacho de Acaldía y me mantenía en la Tenencia de Nueva Andalucía”. En lugar de Muñoz, alcalde no electo entonces, se sentaba Mario Jiménez: “Él era quien estaba en contacto con Jesús Gil y traía las licencias urbanísticas a las comisiones de gobierno”.
Muñoz también ha arremetido especialmente contra el exprimer teniente de alcalde del GIL Pedro Román, condenado en el ‘caso Malaya’: “Yo le sustituía en comisiones de gobierno pero él era el alcalde accidental”, ha expuesto para referirse a antes de 1999, cuando el exbrazo derecho de Gil aún no se había marchado del Consistorio marbellí, cercado por las causas judiciales.
En el marco de sus críticas hacia Román Julián Muñoz ha llegado a decir que ahora “está desaparecido”, así como que “le borraban la firma” de las actas de las comisiones de gobierno donde se aprobaban convenios como los que se ven ahora en este juicio oral, en el que la Fiscalía reclama 18 millones de euros de indemnización para el Ayuntamiento de Marbella, que tendrían que asumir Roca, Muñoz y en gran parte uno de los dos empresarios juzgados. Se trata de Francisco Javier Arteche y Antonio Vegara Bueno.
A lo largo de su declaración ante el fiscal, Francisco Montijano, elexalcalde se ha desvinculado de cualquier relacion en la gestión de convenios y licencias de obras, potestad que ha atributo al fallecido Jesús Gil, en su línea habitual.
Este miércoles le tocará el turno de declarar a Roca y luego lo harán los dos promotores inmobiliarios citados. Los exediles acusados: Rafael González, Alberto García, Marisa Alcalá, José Luis Fernández Garrosa, Tomás Reñones y Francisco Javier Lendinez. Todos ellos se han mostrado conforme con el delito de prevaricación administrativa, que lleva aparejado pena de inhabilitación para empleo o cargo público, en virtud del acuerdo alcanzado entre defensas y acusaciones, que será expuesto al final del juicio y que supone una modificación de la acusación inicial.