“Pido perdón a la ciudad de Marbella, que se portó muy bien conmigo y me arrepiento ante el perjuicio que pueda haber causado a la sociedad en general”. El exalcalde de Marbella Julián Muñoz ha arrancado así este jueves su declaración ante el tribunal que enjuicia el llamado ‘caso Fergocon’, por el pago irregular de 5 millones de euros de las arcas municipales a la empresa Fergocon, propiedad de los hermanos de José María del Nido, exasesor jurídico del Consistorio marbellí entre 1999 y 2003.
Tal y como se preveía, tras la declaración de Del Nido, elexregidor del GIL ha seguido la senda marcada por el expresidente del Sevilla F.C. al reconocer parte de los hechos delictivos que se le imputan: fraude, malversación y prevaricación, entre otros. Pero el exnovio de Isabel Pantoja no sólo se ha arrepentido de estos hechos juzgados, sino de los que están por venir en distintos juicios aún por celebrar, con todo lo que ello implica. Es público y notorio que ambos encausados han alcanzado un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción. El exprimer edil gilista ha dicho hablar “desde el corazón y desde la frialdad del pensamiento y la meditación”.
El presidente del tribunal le comunica que no tendrá que acudir a más sesiones del juicio
“Me arrepiento profundamente y de corazón de los hechos que he cometido en esta causa y en otras causas que pudiera tener pendientes y de las que estoy cumpliendo también me arrepiento”, ha expuesto Muñoz con un hilo de voz apagado y evidentes signos de fatiga. De hecho, el presidente del tribunal, Pedro Molero, ya le ha anunciado que que la de hoy será a última sesión a la que asista de la vista oral que concluirá a finales de octubre.
Ha indicado que para reparar ese perjuicio económico causado no tiene más patrimonio del que ya ha informado y aportado ante la Audiencia, que es “el capital retenido producto de una herencia de mis padres”, así como un inmueble y el dinero retenido de los programas de televisión.
“Cómo puedo reparar el daño, con lo que tengo, que es eso”, ha precisado, añadiendo que pretende aportar también el dinero de su jubilación cuando se produzca y otros ingresos futuros que tenga, según informa Europa Press.
“Un títere al servicio de Jesús Gil”
Muñoz ha asegurado que fue “un títere al servicio del señor Jesús Gil” y firmaba documentos “hasta en las barras de hielo”, y ha manifestado que todos en el Ayuntamiento seguían las órdenes de aquel, aunque fueran ilegales, “desde los coordinadores hasta el primer teniente de alcalde; otra cosa es que luego cada uno fuera a su aire”, haciendo el negocio por su cuenta. Además, ha dicho que las sociedades municipales eran instrumentos “para agilizar procedimiento y pagar”.
“Cada uno tiene sus hechos y su responsabilidad”, ha apostillado, añadiendo que a partir de las elecciones de 2003 es cuando empezó a tomar sus propias decisiones. “Cuando empecé a pensar me cortaron la cabeza en sentido figurado”, ha manifestado al Tribunal, apuntando que cuando se cuestionó la legalidad de determinadas acciones, la respuesta fue “que no tuve lo que había que tener para enfrentarme a Jesús Gil” y tampoco a Del Nido.
Niega haber cobrado sobres con dinero de los Del Nido a modo de comisiones
Por lo que respecta al mecanismo de inflar las facturas de Fergocon, Muñoz ha decorado que tal medida “se negoció en 2011 con el señor Gil”, en alusión al exalcalde fallecido en 2004. De hecho ha negado rotundamente haber cobrado parte de los sobrecostes de las obras ejecutadas por dicha empresa, como este miércoles apuntó Del Nido en el juicio. “Debe ser otro alcalde”, ha afirmado el exprimer edil en referencia a tales manifestaciones.
Ha vinculado a otros acusados con esta forma de funcionar, apuntando que “se reunían a solas con el señor Gil, pero nunca conmigo” y ha dicho que el que fuera interventor municipal, igualmente procesado, tenía conocimiento “seguro” de estas operaciones. Asimismo, ha señalado que “todo el mundo sabía” que Fergocon era de los hermanos Del Nido.
Finalmente ha dicho que seguramente se hicieran facturas concretas para justificar pagos a Fergocon y presentarlas con posterioridad al Tribunal de Cuentas porque “en el Ayuntamiento de Marbella era casi todo posible”.