Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Marbella (PSOE, OSP, IU y el edil no adscrito Enrique Piñero) tendrán a partir de ahora presencia en las mesas de contratación, un coto vedado para ellos desde 2007. A poco más de seis meses de las elecciones municipales, la alcaldesa, Ángeles Muñoz (PP), ha anunciado este martes en rueda de prensa tal medida, en aras a la “transparencia” que predica el equipo de gobierno que preside.
La medida llega siete años después de que la regidora prometiera la presencia de la oposición en estos procesos administrativos. Lo hizo tras la caótica y opaca gestión del Grupo Independiente Liberal (GIL) y el tripartito postgilista que desemboco en la disolución del Consistorio marbellí, a raíz de la ‘operación Malaya’ contra la corrupción municipal.
“Para que no haya ningún género de dudas ante la petición de los grupos de la oposición, he dado instrucciones para que en todas las mesas de contratación haya una invitación expresa para los miembros de la oposición”, ha expuesto Muñoz acompañada del portavoz municipal del PP y primer teniente alcalde, Félix Romero.
Muñoz da su brazo a torcer poco más de dos semanas después de que el candidato de Izquierda Unida a la Alcaldía, Miguel Díaz, reclamara públicamente la creación de una comisión municipal que controle las adjudicaciones y contratos. El edil se refirió a que había “una serie de actores que siempre son los mismos”, en alusión a los ganadores habituales de los concursos y procedimientos de contratación que se llevan a cabo desde 2007.
La también presidenta de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) ha presumido de “transparencia” a lo largo de su comparecencia, al recordar un informe elaborado por las universidades de La Laguna y Rey Juan Carlos en el que Marbella aparece “en el segundo lugar de toda Andalucía” y en el “número 22 de España” en cuanto a transparencia. De hecho, Muñoz ha protagonizado una amplia exposición sobre los “logros” del Consistorio en dicha materia antes de dar a conocer ante los periodistas la medida adoptada para con la oposición, siete años después de prometerla.
A pesar de lo dicho por la munícipe marbellí, la prestigiosa organización Transparencia Internacional sólo otorga al Ayuntamiento de Marbella una puntuación de 25 puntos sobre 100 en materia de transparencia en contratos y servicios de adjudicaciones municipales. Si se compara con el Ayuntamiento de Fuengirola, gobernado por la todavía alcaldesa Esperanza Oña, también del PP, dicho Consistorio obtiene 100 puntos sobre 100.
La mala nota cosechada en el citado campo de actuación por la administración marbellí radica, principalmente, en el hecho de que el equipo de gobierno que preside Muñoz se ampara en la Ley de Protección de Datos para no ofrecer en la página web municipal los nombres completos de las empresas y particulares que resultan adjudicatarios. Este obstáculo que halla el ciudadano se produce sobre todo en las actas de las juntas locales de gobierno.