El servicio de autobuses urbanos de Marbella es, sin duda, una de las prestaciones municipales peor valoradas por los ciudadanos. Sin embargo, la alcaldesa asegura que es su “prioridad” y este martes, a poco más de dos meses para los comicios locales, ha anunciado el concurso para la nueva concesión, actualmente en manos de CTSA-Portillo. La convocatoria de prensa ha generado gran expectación mediática, bajo el lema ‘Asuntos de actualidad’, sin más explicaciones. En el despacho de Alcaldía se ha desvelado la incógnita.
Ángeles Muñoz ha comparecido junto a Elvira Maeso, responsable de la cátedra de Gestión del Transporte de la Universidad de Málaga (UMA). Este departamento ha elaborado un pliego de condiciones durante el último año. La regidora ha recalcado que han contado con los técnicos universitarios porque “tiene que que ser un concurso absolutamente transparente”.
El coste anual de este servicio será de 1,8 millones de euros. El objetivo que se persigue es que la empresa ganadora se financie de la venta de billetes y la citada cantidad anual, tal y como ha aclarado Maeso, a preguntas de los periodistas.
Se da la circunstancia de que la actual concesión de CTSA-Portillo caducó en julio de 2013 y, tras dos prórrogas no era posible ampliarla más, tal y como ha reiterado ahora el candidato de IU a la Alcaldía y concejal, Miguel Díaz
“La idea es que para 2015 el servicio esté licitado”, ha expuesto Muñoz sin precisar ninguna fecha concreta, aunque sería a finales. Es materialmente imposible hacer nada antes de las elecciones municipales. Así pues, será el nuevo equipo de gobierno el que tendrá que llevarlo a cabo.
La munícipe marbellí ha reconocido, durante el turno de preguntas, que “ahora mismo no hay partida presupuestaria y se aportarán los 1,8 millones de euros”.
El pliego de condiciones elaborado por la UMA establece que la nueva empresa tendrá que renovar el 40 por ciento de la flota (17 autobuses), al inicio de la concesión, y el resto como muy tarde a los seis meses del comienzo del contrato.
IU habla de “operación sospechosa” al servicio de intereses privados
El candidato de Izquierda Unida, Miguel Díaz, ha difundido un comunicado nada más conocerse el anuncio de la alcaldesa en el que ha calificado la licitación como una “operación sospechosa” que, a su juicio, está “al servicio de intereses privados”.
Díaz, que ha abogado por rescatar el servicio para su municipalización, considera que el proyecto de licitar esta gestión privada que tiene la alcaldesa, en sus “dos últimos meses de mandato”, supone “una traición a la ciudadanía” y a las aspiraciones de desarrollo sostenible en el municipio.
Para la federación de izquierdas “todo apunta a que se trata de dejarle la adjudicación en bandeja a Portillo, antes de que se produzca el cambio en el gobierno municipal, como ya realizó el gobierno de Muñoz, recientemente, con la adjudicación de la estación”, denuncia Díaz.
Para el alcaldable de IU “en este apartado la alcaldesa sigue una línea de continuidad con el gobierno del GIL”. Considera que “estamos ante un nuevo ejemplo del neogilismo del PP de Marbella”.
El cabeza de lista de la coalición y actual diputado provincial anuncia que una de sus primeras medidas, si accede, a la Alcaldía será “impulsar todas las acciones legales posibles para dejar sin efecto esta licitación”.
Más que una cuestión de gestión privada o pública, la cuestión está en que se haga por quien mejor lo gestione.
Las empresas públicas no son precisamente un modelo de gestión eficiente, y no se olvide que su déficit (o sea su despilfarro por hacer las cosas mal) lo pagamos entre todos, RESTANDO RECURSOS DE DONDE DE VERDAD HACEN FALTA. De modo que apostar sin más por una gestión pública “porque sí” sin mirar si es lo mejor o lo peor, puede ser algo el el fondo muy poco solidario y muy poco social.
Habiendo dicho esto, no deja de llamar la atención que algo que es un desastre en Marbella, como es el transporte público, reciba atención dos meses antes de las municipales. La sensación de que se esté metiendo el acelerador es inevitable.