La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, lleva tan lejos su defensa a ultranza del concejal delegado de Urbanismo, Pablo Moro, imputado y procesado a la espera de juicio oral en el ‘caso Funky Buddha’, que ha ordenado denunciar en los tribunales, por un presunto delito de “denuncia falsa, o falso testimonio”, al subinspector de Policía Local que alertó de irregularidades en el club de playa cuyo nombre bautizó este sumario judicial, tras la denuncia del PSOE en agosto de 2014.
Según el acta de la junta de gobierno local celebrada el pasado 17 de febrero, a la que ha tenido acceso marbellaconfidencial, fue el director general de la asesoría jurídica municipal, Enrique Sánchez, el encargado de elevar la propuesta para emprender acciones legales contra el mando policial.
Aunque la alcaldesa no presidió la reunión semanal de sus concejales su visto bueno previo fue determinante para actuar contra el testigo, tal y como han informado a este medio digital fuentes solventes.
Férreo control de Muñoz sobre los asuntos judiciales sensibles
Muñoz mantiene un férreo control sobre todos los asuntos judiciales en marcha, especialmente los más sensibles, a través de la que es su mano derecha en la Alcaldía y concejal de Comunicación, María José (Chela) Figueira, quien le informa puntualmente de los expedientes tras despachar con Enrique Sánchez. De hecho, ella estuvo presente en la junta de gobierno local, presidida por el primer teniente de alcalde, Félix Romero.
En la exposición por escrito del jefe jurídico, elevada a la junta de gobierno local, se refleja el hecho de que el citado subinspector aportara el 13 de noviembre de 2014 un escrito al titular del Juzgado de Instrucción 1 de Marbella, Miguel Ángel Gómez Torres, que dio lugar a su declaración posterior el 27 de enero de 2015.
Este testigo aseguró ante el juez que tenía “referencias de otros compañeros a los que sí se les ha dicho que no levantaran inspecciones” en el Funky Buddha. También reveló ante el instructor que uno de los dos agentes a los que identificó “había tenido presiones de algún mando para que no se hicieran inspecciones”.
Dos agentes aludidos negaron presiones
Los dos agentes aludidos por el subinspector negaron ante el juez Gómez Torres, en el marco de su declaración como testigos del 5 de febrero de 2015, haber recibido presión alguna de mandos superiores, así como haber recibido instrucciones para no inspeccionar el local de copas ubicado en la playa de El Pinillo.
En el acta de la junta de gobierno local que aprueba la interposición de “querella o denuncia” contra el mando policial, también se alude a la declaración testifical de un inspector de la Policía Local. Fue él quien pidió explicaciones al subinspector por el hecho de que hubiera ordenado inspeccionar el ‘Funky Buddha’, durante el mes de agosto de 2014. El alto mando enmarcó su petición dentro de lo rutinario y se desvinculó de haber ejercicio presión alguna hacia sus subordinados.
El informe solicitado por el inspector al subinspector
El subinspector declaró ante el juez que en 30 años de ejercicio profesional nunca se había encontrado con una situación semejante, en cuanto a que un superior le pidiera elaborar un informe por escrito sobre los motivos que le habían llevado a inspeccionar un local donde supuestamente se estaban cometiendo irregularidades
Fuentes judiciales han mostrado su sorpresa ante el hecho de que el Ayuntamiento de Marbella haya decidido denunciar al testigo en este momento procesal, cuando aún no se ha sustanciado el procedimiento judicial que sentará en el banquillo de los acusados al concejal de Urbanismo, Pablo Moro.
Muñoz ha respaldado siempre a Moro y estudia su inclusión en la lista electoral
Dada la reiterada defensa que la regidora hace de su edil imputado, al asegurar que “veló por el interés general”, así como por la “creación de puestos de trabajo”, al posibilitar la apertura del ‘Funky Buddha’ con su acción por omisión, todo parece indicar que Muñoz podría incluso incluir de nuevo a Pablo Moro en su lista electoral. Otras fuentes del PP consultadas aseguran que es “poco probable” que este funcionario administrativo del hotel Escuela Bella Mar repita y dan por finiquitada su carrera política.
Más información sobre el ‘caso Funky Buddha’
Estando este asunto en manos del Sr. Sánchez, estaría tranquilo si fuera el denunciado.
La verdad es que este Antonio debe ser un experto sobre mi experiencia profesional. Más bien una persona muy atrevida en sus comentarios, por decirlo de forma elegante.
Supongo que lo dice porque de la asesoría jurídica municipal, pagada con dinero público, salió una denuncia sin fundamento contra él (en el Colegio de Abogados) por un tema particular y privado de la entonces alcaldesa. Se trataba del tema de los millones que había depositado en Luxemburgo y, aparte de ser cierto, Antonio no estaba relacionado profesionalmente con la inversora. Lógicamente, fue enviada a la papelera.
Pero es sólo una suposición. Conozco el tema de oídas.
La denuncia finalmente fue particular dela Alcaldesa, para que nose criticara que usaba la asesoría.
La notica tiene además dos errore. Chela no despacha y controla los temas de la asesoría. Tampoco fui yo el que propuse a la junta que se hiciera la denuncia. Fue Carlos Rubio. Elacta tiene ese error, pero en el expediente se ve perfectamente. Lo cierto es que el policía denuncio presiones a dos compañeros y ellos lo negaron ante el juez.