A medida que avanzan las negociaciones el pacto cuatripartito (PSOE,OSP, IU y Costa del Sol Sí Puede) se consolida para cerrar el paso al Partido Popular, cuya líder y alcaldesa en funciones, Ángeles Muñoz, está prácticamente arrinconada, casi pensando más en cómo diseñará el traspaso de poderes al socialista José Bernal y cuál será su futuro personal en la oposición, papel en el que no parece que vaya a durar mucho tiempo.
La balanza se inclina hacia la izquierda, a pesar de la ambigüedad demostrada en muchas de sus intervenciones por el líder de Opción Sampedreña, Rafael Piña, convertido ahora en una estrella mediática.
En privado se da por hecho que el acuerdo a cuatro está cerrado, pero la estrategia de Piña tras cuatro años ninguneado por Muñoz parece enfocada a marear a la alcaldesa en funciones y los suyos, en reuniones que no llegan a buen puerto.
De la rueda de prensa de Piña, celebrada este martes, se desprendió claramente que el PSOE está en mejor disposición de asumir y cumplir las numerosas condiciones expuestas que el PP, al que el edil sampedreño ve desalojado de Moncloa en noviembre: “no parece que Rajoy vaya a seguir”, dijo a la hora de explicar las escasas posibilidades, en cuanto a tiempo material, que tendrían los conservadores a la hora de cumplir compromisos estatales con el municipio.
Preocupación en el seno del PP local por el futuro en la oposición sin líder
En el seno del PP hay preocupación, no sólo por perder el poder en Marbella, tras ocho años de mayoría absoluta, sino por la travesía del desierto que pueden afrontar los ‘populares’ en la fría bancada de la oposición, sin tener claro quién la lideraría en solitario, frente a cuatro partidos, si Muñoz opta por tirar la toalla.
El liderazgo personalista y autoritario que ha diseñado la presidenta local del PP en torno a la formación, sin que nadie le haga sombra, plantea muchas incertidumbres sobre quién estaría dispuesto a tomar las riendas en el Consistorio municipal.
El último consuelo, indican fuentes ‘populares’, es pensar en resistir a la espera de presentar una moción de censura contra Bernal. De hecho, el acuerdo que pretende cerrar OSP plantea un gobierno a dos años. Los acuerdos serían revisados en 2017 y si el programa no se ha cumplido cabría la moción de censura.
Caracuel y Romero, dos “escuderos” sin poder de decisión
Hasta el momento, tanto Ángeles Muñoz como sus “escuderos”, como les llamó Piña, para pactar con OSP han demostrado mucha bisoñez. Ocho años de rodillo absoluto han propiciado que no estén acostumbrados al consenso y la negociación. A lo anterior hay que añadir la nula capacidad de decisión de Kika Caracuel y Félix Romero a la hora de sentarse con el líder sampedreño, a quien convocaron en un reservado del restaurante Santiago, como si se tratara de un lugar discreto. Nada más lejos de la realidad.
Ningunear a la oposición, como ha hecho Muñoz durante ocho años, sin querer reunirse con los portavoces y delegando todo en su valido Romero, pasa factura. Ahora OSP no quiere sentarse con ella. Lo que no es comprensible es que en los medios le sigan preguntando a Piña si baraja también apoyos puntuales al gobierno municipal, pero sin delegaciones. Eso sería una quimera, o una “utopía”, como él mismo dijo sobre el llamado “gobierno de concentración con todos”. En el ADN de la citada formación localista va incluido el tocar poder, aunque solo fuera en la Tenencia de San Pedro –que no va a ser así– porque es su razón para subsistir y por la que fue creado este partido político.
Total, otro quítate tú, que ahora nos ponemos nosotros, nada nuevo , es otra tomadura de pelo más. Todo vale con tal de ocupar sillones. No se que da más ASCO, un Gobierno que HUMILLA a su PUEBLO, o un PUEBLO COMODO siendo HUMILLADO. Solo los borregos votan a quienes pretenden ocupar escaños en una falsa Democracia.