Desde que el pasado mes de octubre la secretaria general del PP-A, Dolores López, renunciara a la alcaldía de Valverde del Camino (Huelva) tras su elección como senadora, se han producido otras cinco renuncias a algún cargo de populares que han optado por seguir la consigna de su jefe de filas, Juan Manuel Moreno, de no acumular tantas responsabilidades. Sólo en el Congreso de los Diputados han causado baja ya esta legislatura 16, de los que 11 son del PP y cuatro, andaluces.
Es éste precisamente un debate que el presidente del PP-A estaba empeñado en abrir en el Congreso nacional que empieza este sábado, pero le desautorizaba encontrarse con tanta resistencia dentro de su propia federación. Las cosas han empezado a cambiar estos meses por las decisiones que han tomado los señalados, si bien hay cinco alcaldes que tiene escaño en las Cortes Generales y siguen mirando para otro lado, pese a que ya no es Juan Manuel Moreno el que les propone elegir, sino los propios estatutos de un partido [recogen la incompatibilidad del cargo de diputado con los de alcalde o presidente provincial del PP] que también hace la vista gorda.
Esta semana se produjo la última dimisión
La última de las dimisiones se han conocido esta semana, cuando Ángeles Isac ha renunciado a su escaño en el Congreso de los Diputados para dedicarse a sus funciones como portavoz del PP en el Ayuntamiento de Linares, igual que tiene asiento en la Diputación de Jaén y preside el partido en su municipio.
Ha seguido con ello el ejemplo de la que fuera diputada por Almería hasta el pasado mes de noviembre: la concejal de Roquetas de Mar Eloísa Cabrera, quien también había optado por dedicarse de lleno a sus tareas en la administración municipal.
Mientras, el ejemplo de María Isabel Sánchez se parece más al de Dolores López. Ha dejado su acta de concejal en Huércal-Overa para dedicarse exclusivamente a su labor como senadora, en este caso una incompatibilidad que no reconocen los estatutos pero que el presidente del PP-A intenta que cale.
Las otras dos dimisiones han sido en el Congreso de los Diputados y obligadas por el reglamento: los que fuera diputados por Jaén, José Enrique Fernández de Moya, y Córdoda, José Antonio Nieto, han dejado su actas de concejales porque son secretarios de Estado de Hacienda y Seguridad, respectivamente. Otra cosa es la presidencia del partido en sus provincias, que los dos ostentan y a las que se aferran por lo menos hasta el próximo congreso provincial. Desde el PP-A reconocen que se les ha pedido que no renuncien por el momento a estas funciones por la inminencia de los congresos provinciales y para facilitar, “llegado el caso porque no quiere decir que se les vaya a exigir que no se presenten”, un relevo tranquilo.
Secretarios de Estado
Paradójicamente, se les exige a los secretarios de Estado -salvo a de Relaciones con las Cortes, por lo obvio- que no compatibilicen el cargo con otras responsabilidades institucionales, pero no es así para sus jefes, o sea los ministros. Sin ir más lejos, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, a quien rinde cuentas el ya exdiputado José Antonio Nieto, sigue con escaño.
Con este panorama, y ciñéndose específicamente a los estatutos, el próximo llamado a decidirse es el alcalde de Palos de la Frontera (Huelva), Carmelo Romero, que también es diputado. Es más, yendo a lo que quiere Juan Manuel Moreno deberían también renunciar a un cargo los alcaldes de Tomares (Sevilla), José Luis Sanz; Cabra (Córdoba), Fernando Priego; Vejer de la Frontera (Cádiz), José Ortiz; y Algeciras (Cádiz), José Ignacio Landaluce, todos ellos senadores que se niegan a hacerlo. Sin embargo, en el caso de los senadores sólo ha conseguido que respetara la consigna su número 2 y otros dos senadores que antes que ella habían dejado sus alcaldías: el de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, y el de Gádor (Almería), Eugenio Gonzálvez.