Imagen de archivo de la discoteca habilitada en Starlite, cuya supresión pidió Podemos
Las personas que a las 2 de la madrugada de este viernes poblaban el recinto del festival Starlite vieron con asombro la llegada de efectivos de la Policía Local que procedieron a decretar el cierre, apagar la música y desalojar la cantera de Nagüeles. El cuerpo de seguridad que dirige Javier Martín hacía, por fin, cumplir la ley a la empresa Bendeus S.L., que gestiona el evento veraniego, acostumbrada a prolongar su horario hasta las 6 de la madrugada, como si de una discoteca se tratara, cuando sólo puede hacerlo hasta las 2 y como mucho hasta las 3.
Testigos presenciales del cierre se pusieron en contacto con Marbella Confidencial para dar a conocer estos hechos. Este digital adelantaba la noticia en redes sociales a las 2:30 de la madrugada del viernes. Posteriormente, fuentes policiales han asegurado que se trataba de una orden del propio jefe de la Policía Local, trasladada al jefe de Servicio de turno, el mismo que en cualquier otra ocasión puede acudir a otros recintos del término municipal para decretar el cierre de bares que superan el horario establecido.
Captura del tuit lanzado por la cuenta de Marbella Confidencial a las 2:30 de a madrugada del viernes para dar a conocer el cierre de Starlite
Se da la circunstancia de que esta actuación policial se produjo tras dos hechos relevantes que no pasan desapercibidos: primero, la denuncia que tramita Fiscalía contra el concejal delegado de Seguridad, Javier Porcuna, por presunta prevaricación continuada en Starlite, desvelada por Marbella Confidencial, al permitir la apertura hasta las seis de la mañana y no sancionar. El segundo, guarda relación con la reunión que Podemos mantuvo en la mañana del jueves con el alcalde de Marbella, José Bernal, para exponerle la problemática del incumplimiento del horarios. De hecho, Costa del Sol Sí Puede, la marca municipal de Podemos, remitió un durísimo comunicado en el que volvía a cargar contra Porcuna, –actualmente de vacaciones fuera de España– y hablaba del “agravio comparativo” que supone la actividad de Starlite par otros establecimientos nocturnos.
