El abogado Antonio de Fortuny y su hijo Alejandro, ambos responsables del bufete marbellí que lleva su apellido, se encuentran entre los cinco detenidos el pasado 24 de noviembre en Marbella y Barcelona, en el marco de la operación Variola, contra el blanqueo de capitales que gira en torno al hijo del exalcalde de Kiev (Ucrania) Stepan Chernovetskyi. Además, se han emitido tres órdenes europeas de detención contra tres personas de nacionalidad ucraniana, considerados los líderes de la organización.
Los dos arrestos que tuvieran lugar en Marbella, unidos a otros tres en Barcelona, fueron ordenados por el titular del Juzgado de Instrucción Número 21 de la capital catalana, Ignacio García Porrero en el marco de la segunda fase de esta operación (la primera tuvo lugar en julio pasado).
Se da la circunstancia de que Antonio de Fortuny y Mainés, con despacho profesional también abierto en Barcelona, ya fue detenido en 2009, por orden del juez Baltasar Garzón, en el marco de la operación Troika contra la mafia rusa. Se trató una actuación impulsada por la Fiscalía Anticorrupción –al igual que ahora– que propició el desmantelamiento de la Tambovskaya y la detención de una veintena de personas vinculadas a esta trama.
La denominada Tambovskaya fue considerada la cuarta estructura de crimen organizado más importante del mundo, De hecho, tal y como recordaba El Confidencial días atrás, el veterano abogado, miembro de la nobleza catalana, está considerado por la Fiscalía Anticorrupción como un especialista en blanqueo de capitales a través de sociedades gestionadas por despachos ubicados en Panamá.
El Ministerio Público presentó hace un año su escrito de acusación contra Antonio de Fortuny en el marco de las diligencias previas 321/06 de la Audiencia Nacional, donde se le describe como asesor fiscal de la citada red criminal.