El ‘número 3’ de Podemos por Sevilla, Luis Carlos Rejón (drcha), reparte propaganda electoral junto al dirigente Sergio Pascual, cabeza de cartel al Congreso, este sábado por la calles de la localidad de Tomares. Foto/ Europa Press
Luis Carlos Rejón (Baena 1951) vuelve a la arena política, si es que alguna vez se marchó del todo. El excoordinador regional de IU-CA, la persona que llevó a la coalición de izquierdas a tener sus mejores resultados en Andalucía, con 20 diputados en el Parlamento, tras las elecciones de 1994, es el fichaje estrella de Podemos como ‘número 3’ en la lista al Congreso por Sevilla, liderada por el secretario de Organización de la formación de Pablo Iglesias, Sergio Pascual.
En el imaginario colectivo andaluz Rejón siempre será recordado, para bien o para mal, por la legislatura de ‘la pinza’. Así se denominó la unión desde la oposición entre el PP andaluz de Javier Arenas e Izquierda Unida. Su bloqueo al PSOE en la Cámara autonómica provocó que Manuel Chaves tuviera que adelantar las elecciones, al acabar cercado y contra las cuerdas por no tener mayoría absoluta. En los comicios del 96 los socialistas salieron reforzados y la IU-CA de Rejón bajó a 13 diputados. Fue el principio de su final en la coalición de izquierdas.
En esta entrevista, concedida a Marbella Confidencial, Rejón analiza aquellos tiempos convulsos en los que compartió oposición con Arenas, al que considera su “amigo y hermano” y a quien Aznar, según cuenta, no dejó maniobrar lo suficiente para endurecer, aún más, la oposición al PSOE.
AUDIO ÍNTEGRO DE LA ENTREVISTA CON REJÓN.
PREGUNTA.- ¿Qué es lo que mueve a Luis Carlos Rejón a entrar en Podemos?
RESPUESTA.- Yo tengo una idea de lo que fue la Izquierda Unida Convocatoria por Andalucía de los primeros momentos, con Julio Anguita y una serie de gente con la que yo trabajaba como un jarrillo lata, de lo cual me honraba. He visto cómo ha cambiado, todo el mundo tiene derecho a cambiar y yo lo respeto. Añoraba aquella Izquierda Unida y he visto que en Podemos hay gran parte de ese espíritu de cómo hacer las cosas y programarlas. Me ofrecí a colaborar con ellos, luego me fueron pidiendo cosas, a lo que les decía que no, hasta que ya me dijeron que dejara de decir que no y dije que sí.
P- ¿Entonces usted llevaba ya un tiempo colaborando con Podemos?
R.- Sí, seis o siete meses exactamente, en temas electorales fundamentalmente, que es un tema que me apasiona.
P.- Leí hace unos días una entrevista muy buena que le hizo Carmen Torres en El Mundo de Andalucía en la que decía que su error con ‘la pinza’ fue no ser más duro y que lo volvería a hacer más a fondo. ¿Se arrepiente de no haber sido más beligerante?
R.- Efectivamente, estamos hablando del siglo pasado (1994-1996). La pinza se hizo con un PP que entonces estaba virginal en el tema de gobierno y por controlar a un Partido Socialista. No acordamos cuestiones programáticas, acordamos no permitir, porque teníamos mayoría en el Parlamento, que el PSOE, al que respetamos con abstención para que gobernara, pero no nos pasara por encima todos los días como el rodillo. Y entonces le pusimos freno. Cuando digo lo de ser más duro es haber acordado la reforma de Canal Sur con los otros partidos, el Partido Andalucista de Rojas Marcos, el Partido Popular de Javier Arenas e Izquierda Unida, porque al final lo acordaron el PP y el PSOE. Hablaban de pinza cuando los que hacían pinza eran ellos. Eso en primer lugar y en segundo haberle metido mano a las cajas de ahorro. Menos virguería parlamentaria y laboratorio parlamentario y más concreto, que desmontara el poder del régimen, claro.
P. Usted ha dicho que el PP de Javier Arenas falló en algo a la hora de hacer ‘la pinza’ y llevar esas propuestas, o que no se llevaran a Madrid a nivel nacional, con Aznar. ¿Podría ser más concreto, en qué falló el PP de Arenas?
R.- Por supuesto, por supuesto. Es que Javier [Arenas], mi amigo y mi hermano, que me precio de ello…
P.- Le llama hermano a Javier Arenas.
R.- Le llamo hermano porque le tengo un respeto y nos tenemos un cariño ¿qué pasa?, lo cual demuestra que somos personas civilizadas a pesar de la diferencia política. Javier hubiera tomado una serie de decisiones, por ejemplo te he contado, el pactar y dejarnos fuera, a cosa hecha, la no reforma y el reparto de Canal Sur no lo hizo Javier Arenas, le vino impuesto por Madrid a través de Aznar con un hombre que movía y conectaba con los pataduras de las productoras del mundo de la televisión, aquí en Andalucía y España.
P.- ¿Quién era ese hombre de Aznar?
R.- Juan Ojeda, que está ahora en París.
P.- El exsecretario general del PP de Andalucía.
R.- Así es. Las cosas son serias y hay que decir la verdad. Tienes que tener en cuenta, por ejemplo, cuando planteamos que el que pudiera disolver el Parlamento no fuera el presidente de la Junta, sino que fuera el Parlamento el que se disolviera por mayoría. A Javier [Arenas] le gustaba, pero qué ocurre, pues que Aznar le dijo: oye niño, ¿te puedes estar quietecito? porque entonces, si eso sale, pueden decir que quieren plantear lo mismo en Castilla y León, el Partido Socialista, y decir que se está haciendo lo mismo en Andalucía.
P.- Me sorprende que diga usted que Podemos se parece a los primeros tiempos de Izquierda Unida Convocatoria por Andalucía. ¿En qué se parecen?
R.- Pues sí, se parecen. Primero hay una cuestión, en la medida que pueda les recomendaré que los círculos los cuiden como nadie, porque los círculos es la vida de una organización que intenta estar con la sociedad. En Izquierda Unida les llamábamos áreas. Que hagan círculos, por ejemplo de Sanidad, donde esté gente que sepa de Sanidad. No hagan círculos territoriales. Por ejemplo un círculo de Marbella, donde hay dos profesores, tres trabajadores del sector servicios, un abogado, porque entonces no hablan de lo que saben y se terminan haciendo las listas electorales y cómo llevar la barra en la feria de Marbella. En el tema del programa están nuevecitos [Podemos], están recién llegados porque un programa no se hace de la noche a la mañana. Ahora bien, el que hacen poco a poco lo hacen fresco, cotidiano y accesible. Esos son los elementos, la presencia de gente muy diversa que busca unos objetivos concretos y punto.
P.- ¿Qué le parecen las declaraciones de dirigente socialistas andaluces como Juan Cornejo, o Mario Jiménez, que coincidían en que vuelve la pinza? ¿Cómo está viendo esta reacción del PSOE andaluz, como si se fuera a reproducir la pinza? Porque habría que preguntarle al señor Moreno Bonilla (PP).
R.- Por un lado me gusta porque me siguen teniendo miedo, a pesar de que ya no soy el que era, pero bueno, todavía queda. El que nace lechón muere cochino, de eso no me cabe la menor duda. No han aprendido, siguen sin aprender, no han evolucionado ideológicamente y no entienden nada. En primer lugar porque los únicos acuerdos que puede haber entre Podemos y el Partido Popular, desde el respeto, serán acuerdos de control, de que sea el Parlamento el que controla el Ejecutivo, no el Ejecutivo el que controla al Parlamento como se está haciendo en este momento, con una burla de lo que son principios democráticos que ya fijó Montesquieu. Además el insulto, cuando el señor Jiménez sale diciendo que soy un personaje del odio y de la rabia, digo que hay que ver qué culto últimamente, utilizan ya palabras de Stendhal o Brontëc en Cumbres Borrascosas. Ante un análisis político el argumento ad hominem demuestra la bajeza, pero no se le pueden pedir peras al olmo.
P.- ¿A qué cree que se debió la bajada en escaños de IU-CA en el 96. No se entendió la estrategia de la pinza?
R.- Me estás hablando del 96 donde bajamos al 14%. Primero, ten en cuenta que lo que ahora se está descubriendo sobre delegados provinciales de la Junta y otras cuestiones, en un periodo que no tienen mayoría absoluta, ni el poder que tenían en aquel momento, que obligan a los trabajadores de un departamento a hacerles campaña ¿no? Ten en cuenta que [el PSOE] movilizaron a los 200.000 funcionarios y funcionarias y dentro de ellos también a miles de trabajadores laborales que se dedicaban cuando llegaba alguien a plantear una subvención de una peña flamenca, que tenía aprobada, a decirles a todos: es que Errejón, con la pinza… no tenemos para medicinas. Evidentemente tenían el mismo dinero, pero ese dinero lo desviaron a tapar los grandes agujeros, las grandes deudas que les había dejado las políticas de Jaime Montaner como consejero de Hacienda del 90 al 94. Había el mismo dinero, son las grandes mentiras. Hay que tener en cuenta una cosa, en aquel momento no existían apenas televisiones privadas, que yo no digo que sean la panacea para un pluralismo.
P.- Pero existían televisiones cuando me habla de la etapa 94-96 (Telecinco y Antena 3 desde 1989).
R.- Sí, exactamente, Antena 3 y Telecinco, pero a nivel de Madrid. Tenían unas delegaciones en un pisito, cerca del Puerto de Sevilla. Había desconexiones para Andalucía y no podían entrar. Entonces Canal Sur, TVE 1 y La 2 en manos del PSOE nos machacaba continuamente.
