Como era de esperar el Ayuntamiento de Marbella ha decretado el cierre de todas las playas del término municipal, a la espera de las medidas de posibles confinamientos en municipios de la Costa del Sol que podría decretar el Gobierno central, dada la situación de alarma nacional, así como el desplazamiento de visitantes madrileños con segunda residencia en el litoral.
Las redes sociales del Consistorio marbellí han dado a conocer esta medida, que se ha traducido en la izada de banderas rojas, en primera instancia, así como la pegada de carteles en tablones a pie de playa donde se da a conocer el cierre.
Lo anterior no ha sido obstáculo para que a lo largo del día hubiera bañistas y personas tomando el sol, en su mayoría extranjeras, ajenas por completo a esta situación por el coronavirus. De hecho, en el paseo marítimo se podían ver a numerosos viandantes disfrutando de las buenas temperaturas que ofrece la ciudad este sábado.
De forma paralela, la propia alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, ha anunciado la aplicación de “una medida pionera de desinfección para la prevención frente al COVID-19 con la compra de 8.000 litros de un producto para eliminar el virus”.
En su cuenta personal de Twitter Muñoz precisa que el citado líquido actúa en más de 2.800 unidades de mobiliario urbano, así como papeleras, islas ecológicas y contenedores.
El centro de Marbella, en concreto la principal arteria, Ricardo Soriano, ofrecía esta mañana una imagen bien distinta a la más cercana a las playas. La práctica totalidad de los comercios aparecían cerrados, salvo farmacias y supermercados, frente al bullicio de las terrazas de restaurantes tanto en el paseo marítimo como en la aledaña Miguel Cano.