Sin duda alguna ha sido María Dolores de Cospedal, secretaria general saliente del Partido Popular, quien más emocionada se ha mostrado en esta primera jornada inaugural del cónclave del que saldrá el nuevo presidente del partido.
La expresidenta de Castilla La Mancha ha querido lanzar un mensaje claro y nítido a José María Aznar: “Nosotros somos el centro derecha español y no tenemos que reinventar ninguna parte, está aquí”.
La despedida de María Dolores de Cospedal como secretaria general ha estado marcada por la reivindicación del ‘marianismo’ que ella ha representado durante sus ocho años de mandato, así como las sucesivas victorias electorales desde 2008.
Un discurso en el que ha destacado que “la centralidad no es una equidistancia. Eso se lo dejamos a otros partidos que picotean”, en clara alusión a Ciudadanos, formación a la que nadie, a diferencia de lo habitual ha nombrado este viernes en el seno del PP.
También ha habido mensaje a Podemos y todo lo que haya a la izquierda del PSOE: “No queremos ser aceptados por quienes representan las antípodas de lo que somos, ni someternos a los dictados de un socialismo que todavía necesita resucitar a Franco para respirar”.
Ya en clave interna, al dirigirse a los 3.082 compromisarios, Cospedal ha hecho terapia de grupo para levantar la moral de los asistentes a una cita marcada por la tensión y el enfrentamiento entre ambas candidaturas. No se recuerda algo similar desde que en 1987 se enfrentaron (sin primarias, pero con compromisarios) Antonio Hernández Mancha y Miguel Herrero de Miñón para suceder a Fraga.
“Tenemos que vivir el congreso sin angustias sin miedos, sin temor al futuro y tenemos que vivirlo como una fuente de oportunidades”. Todo ello, según Copedal, “para convertir este congreso en una palanca de cambio”. Por tales motivos ha apelado a la “unidad, integración y grandeza”, para que no haya un cierre en falso; algo que muchos temen y sobrevuela las horas previas a la votación de este sábado.
Críticas a Pedro Sánchez
No han faltado las críticas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por haberse aliado para gobernar “con los enemigos de España y los herederos proindivisos de los etarras”, en clara referencia a los diputados de NH-Bildu. La hasta ahora ‘número 2’ de Génova ha ido más allá al hablar de unos “iluminados socialistas, de Zapatero a Sánchez y de Montilla a Iceta”.
La moción de censura que desaló del poder al PP ha sido descrita por la exministra de Defensa como “una felonía e infamia, un acto de traición e injusticia para el que ha sido el mejor de nuestros presidentes”, ha dicho sobre Rajoy, ya con la voz quebrada por la emoción, con lágrimas incluso, al escuchar el himno nacional en el inicio de esta cita madrileña.
Ni los más veteranos periodistas cubriendo congresos de la antigua AP y luego el PP recordaban que se interpretara el himno nunca. Un gesto, sin duda, para recuperar el espacio acaparado por Ciudadanos con los símbolos de la patria.
“No podemos olvidar de donde venimos”, ha defendido Cospedal al hacer historia de la antigua Alianza Popular, aunque se ha cuidado muy mucho de no aludir a Aznar salvo para reprocharle que pretenda una renovación, o refundación.
Neutral en su intervención
Por lo demás, la dirigente saliente ha sido también neutral en su alocución ante el plenario, a pesar de haberse alineado con la candidatura de Casado. Algunos medios, como El Independiente, informaban este viernes sobre que el rival de Soraya intenta convencer a María Dolores de Cospedal para que opte a la candidatura para presidir Castilla La Mancha. Sería una fórmula para integrarla como miembro nato del Comité Ejecutivó, apuntaban.
Otro dato no menos relevante que publicaba el diario digital que dirige Casimiro García-Abadillo se refiere a que Casado estaría buscando “una mujer andaluza y mayor que él” para ser su secretaria general en la nueva dirección de Génova. A partir de esta información todas las miradas han apuntado a Esperanza Oña, vicepresidenta del Parlamento Andaluz, exalcaldesa de Fuengirola y enfrentada a la actual dirección regional de Juanma Moreno.