“Juanma tiene dos semanas para decidir si le conviene”. La frase, pronunciada en privado por un relevante e influyente dirigente del Partido Popular de Andalucía, en conversación con Vozpópuli, encierra la inminencia de cómo el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, medita ya celebrar elecciones en junio, en lugar de octubre, el otro mes que siempre ha tenido en mente. De hecho, el gobernante autonómico ha comenzado ya a articular un relato prolijo y sólido para justificar una cita con las urnas que sería el 12 o el 19 de junio. Con más prevalencia sobre el primero de los dos posibles domingos de urnas. Para ello tendría que anunciarlo el 18 o el 25 de abril, en función de uno u otro día de junio elegido, dado que tienen que transcurrir los 54 días de rigor desde que se firma el decreto de disolución del Parlamento.
Si hay algo que ha preocupado a Moreno en los últimos meses, según apuntas fuentes de su entorno, es cómo justificar ante los andaluces unas elecciones anticipadas sin que se trasladase una sensación de oportunismo político, en detrimento del interés general. Más allá de que la influencia de las buenas encuestas que ya atesora Feijóo, como presidente nacional, es primordial para convocar comicios en junio –como ya adelantó este medio digital el pasado 30 de marzo– hay otros factores muy relevantes a la hora de cargarse de argumentos comprensibles.
El portavoz parlamentario del PP, José Antonio Nieto, ya habló la pasada semana de un posible “adelanto técnico”, por cuanto el periodo de sesiones concluye en julio y, de optar por la fecha de octubre, o noviembre, como posible escenario electoral, la actividad parlamentaria ya no se reanudaría en septiembre tras el verano.