“Evidentemente si me quedo sin mayoría ya no puedo gobernar, eso parece muy poco probable”. Esta hipotética posibilidad, sustentada en una ,a priori, remota falta de apoyo de Vox al gobierno de PP y Cs, sería la única causa que podría provocar que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, llevase a cabo un adelanto electoral. La legislatura concluye oficialmente en diciembre de 2022.
Había mucha expectación este miércoles por conocer la opinión de Moreno Bonilla ante un posible cambio de planes, a la hora de acudir a las urnas en esta comunidad autónoma, después del éxito arrollador de Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Su compañero de partido, considerado uno de los barones moderados del PP, junto a Feijóo, cree que si en Andalucía “nosotros paramos ahora, haremos un gravísimo daño al conjunto de los ciudadanos”.
A preguntas de los periodistas, durante la presentación de unos helicópteros del Infoca en Sevilla, Moreno ha dejado claro, tras reiterar el periodo de “plena estabilidad” política actual, que “primero está Andalucía y los andaluces y después están los intereses de la formación política que yo lidero”. De ahí que no estime oportuno “hacer ahora mismo una parálisis de seis meses”, tiempo que abarcaría el periodo entre la disolución del Parlamento Andaluz hasta conformarse un nuevo gobierno.
“Primero está Andalucía, después están los intereses de la formación política que yo lidero”, ha querido dejar claro con este mensaje subliminal ante cualquier sugerencia, o presión, de la dirección nacional de Génova para un adelanto electoral, para aprovechar la falta de liderazgo claro en el PSOE andaluz, envuelto en un turbulento proceso de primarias, que aún no ha comenzado, entre Susana Díaz y Juan Espadas.
Para apuntalar sus argumentos acerca de la estabilidad política con que cuenta el Ejecutivo autonómico, siempre gracias al apoyo de Vox como socio parlamentario, el gobernante autonómico ha recordado que “tenemos unos presupuestos en vigor, que son los del 2021, aprobados en tiempo y forma”. De hecho, asegura haber dado “instrucciones al consejero de Hacienda para que se ponga a trabajar en el 2022″.
Otro de los logros que ha enumerado Moreno, para alejar cualquier adelanto electoral, ha sido que “acabamos de aprobar una bajada de impuestos para Andalucía”, además de leyes “como la Lista (nueva ley del suelo) y la Ley de Infancia y Adolescencia”, hechos que, a su juicio, le garantizan por el momento “plena estabilidad”. Todo ello, ha subrayado, “fruto del dialogo permanente y constante con las fuerzas políticas y la propia sociedad”.
Para quien se ha convertido en el primer presidente andaluz no socialista, en más de cuarenta años de autonomía, “no son tiempos para hacer ahora mismo una parálisis en pleno proceso de recuperación”.
Así pues, lo que “toca ahora de verdad” para Moreno es “esforzarnos, como estamos haciendo esta semana, en poner 600.000 vacunas”. Su principal objetivo es intentar inmunizar al mayor número de la población andaluza, “para recuperar nuestras vidas y nuestra normalidad”.
En los próximos meses los retos de la coalición de gobierno andaluz se centrarán en “recuperar y reactivar la actividad económica y los empleos”. Este es el “objetivo” que Moreno dice tener, para cumplir con “el mandato que me han dado los ciudadanos”.
Una vez que “podamos pasar página a la pandemia, centraremos toda nuestra energía en la recuperación y reactivación económica”, ha concluido.