Isabel Pantoja junto a Julián Muñoz y Maite Zaldívar el 28 de febrero de 2003
La vida de Julián Felipe Muñoz Palomo se ha apagado este martes, a los 76 años de edad, tras una larga enfermedad (un cáncer términal que él mismo anunció), rodeado de los suyos en el hospital de Marbella donde se encontraba ingresado desde hace unos días.
El exalcalde rigió como tal el municipio entre mayo de 2002, tras la inhabilitación de Jesús Gil por corrupción (‘caso camisetas’ del Atlético de Madrid) hasta el 13 de agosto de 2003, cuando su antiguo mentor le apeó de la Alcaldía.
Para desbancar a Muñoz su exjefe de filas y presidente del club colchonero pergeñó una diabólica amalgama de intereses económicos, personales y políticos. Por ese orden, porque lo que menos importaba era la ideología al juntar a ediles del GIL, tránsfugas del PSOE y concejales del Partido Andalucista autorizados a pactar la moción de censura que puso al frente del Consistorio de Marbella a una alcaldesa títere: Marisol Yagüe.
Aunque ocupó la Alcaldía durante poco más de un año, lo cierto es que Muñoz Palomo se había convertido en sempiterno alcalde accidental desde que Pedro Román Zurdo, brazo derecho de Gil desde 1991, abandonara su plaza de primer teniente de alcalde: “Jesús, no puedo dormir por las noches, con tanto ir a los juzgados”, cuentan que le dijo a Gil antes de arrojar la toalla y marcharse a su casa en el año 2000.
También es público y notorio que ante tales preocupaciones, exteriorizadas por Román, el todavía alcalde entonces le respondió: “Pedro, de la cárcel se sale, de la miseria no”.
Y es que cuando el exprimer teniente alcalde llegó al Ayuntamiento de Marbella era conocido como ‘el rojillo’, no por sus ideas, sino por el menesteroso estado que presentaban sus cuentas corrientes.
Así pues, la marcha de Román aupó a Julián Muñoz al primer plano mediático. Una situación que daría un salto cualitativo cuando hizo pública su relación sentimental con la tonadillera Isabel Pantoja, tras las elecciones de mayo de 2003 que ganó. Fue la cuarta y última mayoría absoluta cosechada por el Grupo Independiente Liberal (GIL).
“La Junta me ha pedido la cabeza de Roca para hacer el nuevo PGOU”
Los buenos contactos de Pantoja en el palacio de San Telmo, sede del palacio presidencial de la Junta de Andalucía, posibilitaron que a Julián Muñoz el entonces gobierno socialista de Chaves le diese la oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva con un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
“Me han dicho que tengo que hacer un nuevo Plan, pero me piden la cabeza de Roca”. Así de elocuente se mostraba Julián Muñoz en junio de 2003, ante los periodistas, sobre la línea roja que suponía Juan Antonio Roca, urdidor de más de 600 convenios urbanísticos de la era GIL.
Fue hacer tales declaraciones Muñoz y comenzar Gil y Roca a preparar la moción de censura contra él: “Con Julián, el circo de la Pantoja y el pajarito Del Nido no se puede ir a ninguna parte”, dijo el exalcalde en un programa, entrevistado por Ana Rosa Quintana. Lo demás es historia, bolsas de basura con dinero de por medio…
Muñoz ingresó en prisión inicialmente por el ‘caso Banana Beach’, el primer procedimiento urbanístico por el que fue condenado. Se trata de una mole ilegal de apartamentos que pueden verse nada más entrar por el arco de Marbella, en la antigua carretera N-340. Paradojas del destino, Julián Muñoz ha acabado sus días residiendo en dicho complejo residencial, junto a Maite Zaldívar.
Sus casos judiciales más conocidos fueron ‘Malaya’, contra la corrupción en el ayuntamiento marbellí, la mayor trama urbanística de la historia de España, y el caso de blanqueo en el que también fueron juzgadas Maite Zaldívar y la cantante Isabel Pantoja, que fue su pareja. Ambas cumplieran penas de prisión y multa.
De ‘Malaya’ al ‘saqueo 2’, pasando por el ‘caso blanqueo’
Muñoz también fue condenado en el ‘caso saqueo 2’. Un monumental desfalco de más de 42 millones de euros de las arcas públicas del Ayuntamiento de Marbella. En el banquillo volvió a acompañarle Roca, que ya ha devuelto a las arcas marbellíes más de 50 millones de euros.
En ‘Malaya’, donde el cerebro fue Juan Antonio Roca (más de dos lustros entre rejas) también fue condenado Muñoz a dos años de prisión y en el caso de blanqueo de capitales, a siete años de cárcel.
Imagen del banquillo de los acusados con el exalcalde de Marbella Julián Muñoz y el exasesor urbanístico Juan Antonio Roca en primer plano, sentados junto a empresarios y exediles del GIL. Archivo
La línea argumental de los alegatos de defensa de Muñoz en los juicios, más allá de que no recordaba muchas cosas, fue culpar a Gil, que era “el que mandaba y nos daba órdenes”, así como que “firmaba en barbecho” todo lo que a él le ponían por delante, incluso “encima de los capós de los coches al salir de las notarías”, describió un día.
Siempre dijo que se fiaba de los técnicos municipales, algunos también condenados por corrupción en un ayuntamiento que tuvo que ser disuelto por tales circunstancias: “Aquí estaba la mafia gobernando y la echamos al disolver la corporación”, clamó el expresidente Zapatero en un mitin de las municipales de 2019, junto al exalcalde socialista Pepe Bernal.
Una sociedad en Delaware, cuentas en Suiza y Gibraltar
Distintas fuentes policiales y judiciales consultadas por Marbella Confidencial sospechan que Muñoz podría haber ocultado en el extranjero parte del dinero de las comisiones ilegales que percibió, en el marco de la actividad urbanística. Cabe recordar que afloraron cerca de 2 millones de euros (‘caso blanqueo’).
El exalcalde había organizado una completa operación de ingeniería financiera a través de una sociedad en Delaware (EE.UU.), estado con un régimen fiscal cuasi de paraíso; dos cuentas en Suiza, una en Gibraltar y otra en un banco de Marbella, donde se blanqueaba el dinero.
La colonia británica fue la que menos colaboró, por no decir que no colaboró nada, con las autoridades españolas a la hora de rastrear fondos de Muñoz y Zaldívar, apuntan fuentes policiales y jurídicas consultadas.
Si verdaderamente hay fondos y bienes ocultos, la que es considerada viuda de Muñoz, tras casarse de nuevo con ella recientemente, Maite Zaldívar, deberá ser muy precavida en todos sus movimientos, apuntan las fuentes citadas, porque cualquier actuación anómala levantaría las lógicas sospechas.
Muñoz, que ingresó en el hospital marbellí el domingo día 15 de septiembre de urgencia tras sufrir un empeoramiento, habría permanecido sedado desde la tarde de este pasado lunes, cuando toda la familia se desplazó hasta el centro hospitalario para estar junto a él, como han hecho estos días la que fue durante muchos años su mujer, Maite Zaldívar, y su hija Elia.
