“Parecen decisiones políticas, sectarias, arbitrarias, injustas y faltas de transparencia”. La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, ha calificado de esta forma la resolución del Gobierno central que mantiene a toda la provincia de Málaga y, concretamente, a la Costa del Sol Occidental, en fase cero, en lugar de haber escalado a la 1.
Muñoz, que ha protagonizado una nueva comparecencia sin preguntas, a través de las cámaras de Televisión Marbella, ha endurecido sus críticas hacia el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Todo ello tras los escuetos mensajes que lanzó el pasado viernes en redes sociales, después del jarro de agua fría que supuso para la ciudad y el resto del litoral malagueño no pasar el corte que sí rebasaron otras provincias de fuera de Andalucía. Algunas de ellas citadas por la alcaldesa en el marco de lo que considera “agravio comparativo”, en sintonía con el consejero de Salud, Jesús Aguirre.
Para la primera edil marbellí se ha producido “un daño a la marca turística muy difícil de reponer”, al tiempo que ha puesto de manifiesto el “esfuerzo descomunal” que se ha hecho desde administraciones locales del litoral malagueño, desde el sector turístico y hostelero en general, así como por parte del Hospital Costa del Sol un centro “de referencia”.
Sobre el citado recinto hospitalario radicado en Marbella la también médico de profesión, e integrante del comité sanitario del mismo, ha subrayado que “una UVI se ha montado en cuatro horas y se han anticipado las decisiones que han permitido que tengamos unos resultados de contagios y defunciones por número de contagiados muy por debajo del resto de las comunidades autónomas. Ese esfuerzo se ve mermado”.
De hecho, la senadora malagueña ha dado a conocer este lunes el contenido de una pregunta que ha registrado, a través del Grupo Popular en la Cámara Alta, para conocer con exactitud cuáles han sido los criterios que han llevado al gabinete de expertos del Ministerio de Sanidad a considerar que el Distrito Sanitario Costa del Sol no reunía los requisitos para pasar a la fase 1 de esta desecalada.
“No se puede actuar con criterios a la carta, ¿por qué unas comunidades sí y otras no?”, se ha preguntado en voz alta la munícipe del Partido Popular. En una comparecencia de poco más de 16 minutos Muñoz ha denunciado lo que, a su juicio, es “una absoluta injusticia” para la Costa del Sol con respecto a otros destinos turísticos, competencia directa de Marbella, que sí han alcanzado la Fase 1, tal es el caso de Baleares.
La comunidad autónoma que preside la socialista Francina Armengol ya ha podido planificar cuál será su campaña basada en la seguridad frente al coronavirus, lo que lamentan los empresarios del sector en la Costa del Sol, como es el caso del CIT, la patronal marbellí.
La alcaldesa de Marbella también ha lamentado el hecho de que las Islas Canarias puedan beneficiarse de expedientes de regulación de empleo (ERTE) todo el año y destinos peninsulares como el nuestro no accedan a estas ayudas, una cuestión que ha generado ya una airada reacción de la Diputación de Málaga, institución de la que depende la marca Turismo Costa del Sol.
Muñoz augura que el daño será difícil de reparar, aunque el Gobierno central “rectifique dentro de unos días, nos incluya en la fase 1 y podamos decir que somos un destino turístico seguro, solvente, fiable y que, sanitariamente, tenemos el sello de haber hecho las cosas bien”.
Los casos de Navarra, La Rioja y Vizcaya
En el marco del argumento sobre el llamado “agravio comparativo” Muñoz ha dicho no entender por qué en algunas comunidades autónomas el Ministerio de Sanidad se ha regido por criterios de distritos sanitarios y en la provincia de Málaga no.
Al hilo de sus quejas la alcaldesa ha expuesto que en las dos últimas semanas, la Costa del Sol ha tenido menos de dos confirmaciones de Covid-19 por pruebas PCR por cada 100.000 habitantes, frente a las 70 de Vizcaya, las 64 de Navarra o a las 60 de La Rioja, entre otras.
Cabe destacar que el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, del PSOE, también se ha mostrado muy molesto con el hecho de que las principales ciudades de dicha autonomía no hayan pasado a Fase 1.