El presidente de OSP, Manuel Osorio (drcha) junto al vicepresidente, Rafael Piña, este jueves en rueda de prensa. FOTO/ Twitter @RTVMarbella
“Si nos dicen que no se puede, quizás oposición y retirarnos”. El presidente de OSP y concejal de Hacienda, Manuel Osorio, ha retomado este jueves la opción de pasar a la oposición, como una de las tres posibilidades que baraja su partido a la hora de revisar el pacto de gobierno. Su pronunciamiento se produce después de que el cabeza de lista de la formación y teniente de alcalde de San Pedro Alcántara, Rafael Piña, asegurara a comienzos de junio que se trataba de una posibilidad “remota” y planteara incluso un “gobierno de concentración” entre todos los partidos. Lo que dijo Piña el pasado 10 de junio es que OSP no se iba a ir a la oposición “porque estamos para gobernar”.
“Hay que ser muchas veces honesto, porque hay problemas que sobrepasan a la decisiones de OSP y yo creo que aquí se está vendiendo lo del Urbanismo, pero aquí lo que no funciona es por problemas sobrevenidos de un comportamiento de años ha”, expone ahora Osorio sobre la posibilidad de pasar a la oposición y dejar a Bernal en minoría como alcalde.
Piña y Osorio han convocado una rueda de prensa en su sede sampedreña, para hablar de la zona azul, un asunto que ha quedado eclipsado por completo, porque el interés generalizado de los periodistas era conocer la última hora de las negociaciones a dos bandas que se llevan a cabo estos días: seguir en el tripartito con PSOE e IU o, por el contrario, dar un giro a la derecha y gobernar con el PP.
A pesar del énfasis que imprime Osorio a la tesis de pasar a la oposición, el hecho de contar con numerosos cargos de confianza de OSP, con sus consiguientes sueldos, provoca que su argumento mueva al escepticismo. Sería quedarse sin ninguna cuota de poder, algo que no parece asumible, a tenor de la sociología de este partido localista, que presume de no tener ideología alguna y juega a la ambigüedad con la idea del segregacionismo, por no decir independentismo.
Si algo puede sacarse en claro de la comparecencia de este jueves es el hecho de que OSP ha abandonado la idea utópica del “gobierno de concentración”. Se trata de un disparate en toda regla, si se tiene en cuenta que habría que poner de acuerdo a PP y PSOE, algo inverosímil, por no decir rocambolesco.
En el seno de PSOE e IU, partidos gobernantes, así como en el propio PP, distintas fuentes consultadas admiten su desconcierto ante el hecho de que OSP haya prolongado sobremanera su decisión y pueda llegar el mes de agosto, sin haberse decidido.
Dos almas ideológicas distintos en OSP
A medida que avanza este proceso decisorio dentro de OSP se evidencia la idea de que en su seno las dos almas más relevantes que cohabitan son la de Piña, claramente proclive a la continuidad con PSOE e IU, y la de Osorio, un hombre considerado conservador, cercano a los postulados del centro-derecha que puedan representar PP y Ciudadanos. En el caso de Gema Midón, concejala de facto, como responsable de Cultura, de sobra es conocida su ideología de izquierdas, más allá del PSOE, próxima a Izquierda Unida y con una clara vocación recpublicana.
Piña reconoció su satisfacción por los compromisos asumidos por la Junta, lo que se interpretó como una continuidad del tripartito.
El propio Piña reconoció semanas atrás su satisfacción porque los compromisos asumidos por la Junta, cuando se firmó el pacto en junio de 2015, estaban de sobra encarrilados, lo que parecía cerrar la puerta a sorpresa alguna en cuanto a gobernar con el PP.
Osorio, que ha llevado la voz cantante, este jueves, en todo momento ante los informadores, sostiene que lo que van a poner sobre la mesa “son números muy fríos”, lo que equivale al trabajo de dos años, así como la “experiencia” de OSP “intentando gestionar San Pedro”.
No obstante, el edil de Hacienda deja claro que “contemplamos todo”, en alusión a las tres opciones barajadas.
“Tenemos que resolver los problemas y no pretender o querer aparentar que todo va bien y funciona”. Esta ha sido otra de las frases de Osorio, que ha hecho valer en todo momento su condición de presidente del partido gobernante, una actuación bien diferente a cuando Piña llevó las riendas en junio de 2015.
Los dirigentes de OSP aseguran querer ir “a la raíz del problema, para que se pueda hacer un pueblo de futuro y en condiciones”, porque –acota Osorio– “no queremos hacer las cosas a medias”.
Piña ha terciado para puntualizar que “si tienes competencias y las asumes y luego no tienes formas, o mínimas posibilidades para llevarlas a cabo al final el que se desgasta somos nosotros”.
Lo que Osorio deja claro en todo momento es que no tienen prisa porque, remacha, “tenemos clarísimo lo que queremos y lo que necesitamos”.
Sobre los contactos mantenidos, Osorio ha precisado “alguna reunión con el PSOE, de una forma informal, luego poniéndole nuestro posionamiento encima de la mesa”, si bien reconoce que “nos quedan todavía otras reuniones”.
Apunta que ahora mismo “poner una fecha sería descabellado pensarlo”. Su anuncio es que “el debate va a ser fuerte”.
También expone que la posición de OSP va a ser “inamovible”. La última palabra, que está en manos de los 31 miembros del secreto y hermético Consejo Consultivo, se producirá en “base a la reacción que tengan todos los grupos: Izquierda Unida, PSOE, Costa del Sol y Grupo Popular”.
El mensaje de Osorio incluye cada vez más interrogantes y frases en clave, que parecen complicar un asunto que parecía zanjado, con la continuidad del tripartito que todo el mundo daba por hecho: “Nosotros no vamos a ser parte de la solución, porque somos un problema y nos tienen que resolver un problema y que sea el propio Ejecutivo el que lo resuelva, en este caso Izquierda Unida, Partido Socialista y si se quiere sumar Costa del Sol (Podemos) que dé su opinión, así como el Grupo Popular”, insiste el edil sampedreño.
Así pues, todo parece estar en el aire y no hay plazos de ningún tipo. Una situación que podría generar cierta inestabilidad, al mantener bajo la incertidumbre a toda una ciudad desde un partido que tan sólo cuenta con dos concejales y en el que toman las decisiones 31 personas que nadie conoce, algo que no parece tener parangón en los partidos políticos españoles y que, según algunos juristas, podría vulnerar la Ley de Transparencia.
El urbanismo no parece influir
Al ser preguntado OSP sobre en qué medida la decisión está centrada en el urbanismo, a tenor del posicionamiento de Podemos para el nuevo PGOU, Piña ha salido al quite de Osorio para asegurar que en dicha área “hay otros problemas muchísimo más graves”
En opinión de Piña “estamos tan mal informados que no hay urbanizaciones en todo el término municipal con proyecto de urbanización, hablo sólo de San Pedro, no se puede dar porque no hay potencia eléctrica, ni un almacenamiento de agua como pedía el PGOU del 86”.
