La Policía Nacional aconseja desconfiar de llamadas telefónicas que alerten del supuesto secuestro de un familiar, ya que los agentes investigan el hecho, tras una denuncia presentada en Marbella donde la víctima recibió una llamada telefónica en la que le exigían que ingresara una cantidad por la liberación de su hijo.
El supuesto rapto es en realidad una estafa telefónica, cuyo objetivo es presionar al receptor mediante amenazas y datos, en ocasiones obtenidos en las redes sociales, para que pague un supuesto rescate antes de colgar el teléfono.
Por ello, aconsejan que si recibe una llamada de estas características desde un número privado o desconocido, desconfíe y contacte de inmediato con la Policía Nacional, según la nota de prensa recogida por Europa Press.
El modus operandi consiste en simular el secuestro de un familiar o persona allegada para solicitar el pago de una cantidad de dinero para su supuesta liberación.
Para presionar más a sus víctimas, los falsos secuestradores pueden llegar a obtener datos del entorno familiar de la víctima en las redes sociales para tratar de dar verosimilitud a la llamada. En otras ocasiones son llamadas realizadas a números elegidos al azar.
Al parecer, emplean amenazas y presiones de todo tipo, llegando a poner al teléfono a una persona que finge ser el secuestrado para que, entre lamentos, reclame el pago del dinero para evitar que le hagan daño, todo ello con el habla alterada al objeto de dificultar a la víctima reconocer la voz, dado que en realidad se trata de una grabación o de un colaborador de los estafadores.
La llamada bajo amenazas se prolonga durante bastante tiempo con dos objetivos: evitar que la víctima pueda corroborar la veracidad de la información y, por otro lado, conseguir que realice un pago rápido.
Para ello el estafador va dando instrucciones a la víctima para que transfiera el dinero o lo haga llegar a través de empresas de envío de dinero.
Los especialistas de la Policía Nacional recomiendan a los ciudadanos desconfiar de este tipo de llamadas y ante todo poner los hechos en conocimiento de la Policía, a través de cualquier comisaría o del 091.