Soñar es gratis, pero el candidato de Opción Sampedreña (OSP) a la Alcaldía de Marbella, Rafael Piña, dice ser realista y tener los pies en el suelo: “nosotros en OSP aspiramos, como mínimo, a ser la segunda fuerza política el 24 de mayo”. El alcaldable tiene su meta fijada en pasar de los tres concejales actuales a doblar y sacar “seis o siete”. Llega a hablar incluso de un posible “empate técnico” entre ellos y el PSOE. Con toda seguridad, las encuestas que se conocerán a partir de este lunes devolverán a la realidad a Piña y los suyos, como tercera fuerza política en el municipio.
En declaraciones a marbellaconfidencial.es, Piña recalca que “hemos dejado de decir que podemos ser un partido bisagra, y decimos ahora mismo que podemos ser un equipo que forme parte del gobierno”, afirma con rotundidad.
El líder sampedreño recuerda que “en la primera legislatura no teníamos esas expectativas, pero hoy en día nos podemos posicionar como segunda fuerza y, entonces, cabría preguntarse, quién pactaría con nosotros”.
“Gobierno de concentración”
Con estas palabras, Piña quiere salir al paso de las informaciones que apuntan a un posible pacto entre el PP y OSP, en caso de que la formación conservadora no lograse mayoría absoluta, como es previsible. Él lo niega y recurre a su argumento sobre que desea “un gobierno de concentración”, en el que estarían PP y PSOE. Menos mal que reconoce que es “una utopía”, sin mojarse acerca de con cuál de los dos partidos pactaría.
A pesar de la ambigüedad del líder de la actual tercera fuerza en el Ayuntamiento de Marbella, OSP sólo tendría dos opciones: apuntalar al PP en un bipartito o, por el contrario, integrarse en un tripartito o cuatripartito con PSOE, IU y ‘Costa del Sol Sí Puede –la marca de Podemos y Equo– para desalojar del poder a los conservadores, tras ocho años de gobierno.
Cada vez que a Piña se le pregunta sobre pactos postelectorales siempre recurre a su deseo de “un gobierno de concentración”, en el que “todos los concejales tuvieran cartera” –recalca– “como ocurre por ley en otros países”.
A tenor del triunfalismo de Manuel Osorio, concejal y ‘número 2’ de OSP, se desprende que serían segunda fuerza si se tiene en cuenta lo que vaticinó durante la presentación de la lista electoral: “podemos sacar ocho concejales, o nueve”. Sonó exagerado, sin duda alguna. Piña no descarta, incluso, “un empate técnico entre PSOE y OSP”.
Aspiran a que entre 10.000 y 12.000 personas voten a OSP
El candidato por tercera vez consecutiva tiene los datos muy claros: “entre San Pedro y Nueva Andalucía suelen votar una media de unas 23.000 personas. ¿Por qué no podemos aspirar nosotros a que nos voten entre 10.000 y 12.000 personas? es lo que más o menos tuvo el PSOE en la otra legislatura, que pueden ser entre seis y siete concejales”, precisa el alcaldable de OSP.
Insiste Piña en que “podemos sacar 7.000 votos en San Pedro y otros 3.000 en el resto del municipio” y anuncia que “lo vamos a intentar, para ser segunda fuerza política”. A partir de ahí “seríamos la alternativa al Partido Popular”. Entonces, vuelve a preguntarse “a ver quién pactaría con nosotros”.
Pero en las previsiones de Rafael Piña aún hay más sorpresas. En el hipotético caso de que OSP fuera segunda fuerza política y pudiera formar gobierno plantea lo siguiente: “a lo mejor decimos que como no hay mayorías absolutas ninguno de los alcaldables va a ser alcalde y puede serlo Manuel Osorio, o Francisco Gutiérrez”, ambos integrantes de la candidatura sampedreña.
Un alcalde o alcaldesa del PP que no fuera Ángeles Muñoz
“Si hubiera que decidir un alcalde de consenso y no pudieran serlo los números uno, Ángeles Muñoz ya estaría fuera del Ayuntamiento”, afirma Piña. Añade que la candidata del PP “no podría soportar que haya alguien por encima de ella y es su manera de ser; con eso ya se iría, no haría falta hacer nada más”. Sus enigmáticas palabras abren la posibilidad de que OSP pusiera como condición para pactar con el PP que la actual alcaldesa no repitiera en el cargo, pero Piña no se decanta por pacto alguno: “si no hay mayorías absolutas aquí hay que sentarse en un sillón para sacar esto adelante, sin peleas”, sentencia el candidato.
En vez de fantasear con los votos que va a sacar, ¿por qué no se concentra en averiguar qué puede hacer por Marbella, en lugar de soñar con lo que Marbella puede hacer por él?
Ya lo dijimos: cero principios, cero ideales, cero dignidad.