La marca comercial de los restaurantes La Pesquera irá siempre unida a una época de Marbella: el gilismo. Fue con la llegada de Jesús Gil a la Alcaldía, en 1991, cuando el equipo de gobierno del GIL comenzó a otorgar una serie de concesiones administrativas al empresario Ramón Mesas, cuyos restaurantes crecían y se multiplicaban al ritmo de las arrolladoras mayorías absolutas del Grupo Independiente Liberal (GIL).
Siempre fue considerado como el hostelero del régimen. A él no le importaba y se reía cuando se lo comentaban. Agasajaba personalmente a Jesús Gil y los suyos. Fue el elegido para el catering del stand de Marbella en Fitur, en varias ocasiones.
De orígenes humildes, Mesas, que figura con cargos en cerca de 40 empresas, según el Registro Mercantil, llegó a Marbella desde su Granada natal a comienzos de los años 80 y realizó diversos trabajos en la hostelería de playa, hasta que montó su primer chiringuito, el Long Beach, que un día apareció quemado. Algunos dijeron que era una venganza. Lo cierto es que allí floreció una de las primeras Pesqueras, en pleno Paseo Marítimo.
Toreros famosos
Amigo personal de toreros como Manuel Díaz ‘El Cordobés’ y José Ortega Cano, no dudó en aprovechar su amistad con el primero de ellos para traerle a la inauguración del Asador del Príncipe, a mediados de los 90, como reclamo comercial.
Otro que frecuentaba asiduamente los restaurantes era el ahora encarcelado Juan Antonio Roca, entonces todopoderoso gerente de Urbanismo. Algunas de las pocas imágenes de televisión de Roca cuando ostentaba dicho cargo se tomaron en La Pesquera. En sus mesas, con asados, carnes a la piedra y pescados, regados con buenos caldos, se cerraron muchos pelotazos y operaciones urbanísticas de la época. Eran los tiempos del boom inmobilario, el ladrillo, la burbuja y el España va bien de Aznar.
La relación entre Mesas y Roca fue tan estrecha que hasta llegaron a hacer negocios juntos, en compra venta de terrenos. Fuentes de la Agencia Tributaria recordaban este miércoles a Marbella Confidencial que Zumos Marbella S.L. propiedad de Mesas, participó en una operación inmobiliaria con Jabor Magarpe S.L., en manos de testaferros de Roca como José Luis Benavente, hermano del archiconocido Oscar Benavente, principal hombre de paja del considerado cerebro del ‘caso Malaya’.
La exmujer de Ramón Mesas, Adela Núñez Pacheco, también figuró en sociedades y ahora se ha convertido en denunciante. Gracias ella el juez Gonzalo Dívar –sobrino del expresidente del CGPJ Carlos Dívar– y la Guardia Civil tiran del hilo de un presunto fraude fiscal.
En 2014, la boda de Mesas con una joven rumana –con la que se encontraba de viaje en Marruecos cuando la Guardia Civil fue a detenerle en Marbella– se publicó incluso en la revista !Hola!
Este empresario granadino capeó como pudo la crisis y reconvirtió parte de sus restaurantes en pizzerías. También abrió franquicias de tapas, los Tragatapas, que no le iban mal. Tiene un total de 16 establecimientos, la mayoría Pesqueras repartidos por Marbella, Benalmádena, Málaga La Línea, Valencia y Madrid.
El pasado mes de agosto daba consejos en la SER para jóvenes emprendedores e, ironías del destino, decía que había que pagar a Hacienda, “porque si no te investigan y acabas en la cárcel”. De momento su destino es el calabozo en el momento en que ponga un pie en España. De no hacerlo en breve, el juez Dívar dictará una orden de busca y captura internacional contra él .
Su último proyecto, en marcha, pasaba por montar un centro ecuestre de alto nivel en una de sus fincas de Marbella. Allí la Guardia Civil se incautó de un helicóptero, bastante más modesto que el de su amigo Roca y 250.000 euros en billetes tras abrir una caja fuerte, además de obras de arte y otros objetos de valor.