El Senado ha aprobado este lunes una declaración institucional en la Comisión de Cultura del Senado para defender en las instancias internacionales oportunas la inscripción de la candidatura del espeto de sardinas en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
El acuerdo ha sido adoptado con el apoyo de todos los grupos por asentimiento para que se incluya el espeto de sardinas en el inventario de la Unesco con dicha consideración y que se lleven a cabo las actuaciones necesarias para su “defensa y salvaguarda” como parte de la identidad cultural de Málaga, según informa Europa Press.
El senador del grupo ‘popular’ Manuel Marmolejo ha defendido que el espeto es “un plato típico de todo el litoral malagueño” asociado con los pueblos con tradición marinera e incluso con la costa granadina o la de Cádiz y otros puntos del litoral español donde se puede encontrar esta manera de preparar sardinas. Por ello, se puede afirmar que es “vernácula” de Málaga, como lo es la fiesta de la moraga que se asocia al espeto.
Se trata de una tradición de la que se tiene constancia ya en 1882, cuando ya había establecimientos que ofrecían de forma comercial el espeto de sardinas como plato típicamente malagueño. Con el paso del tiempo, según ha expuesto el senador del PP, el plato pasa de ser un plato que empieza a servirse en los numerosos chiringuitos de la Costa del Sol. “El turismo de sol y playa va a consolidar a este plato como parte de la cultura gastronómica malagueña”, ha añadido.
El objetivo de presentar la solicitud de candidatura y las correspondientes adhesiones es “preservar los conocimientos y saberes” que supone la elaboración de la tradición culinaria del espeto como “expresión de la entidad comunitaria” a nivel de la provincia de Málaga y del resto de Andalucía y de España.
Así, el proyecto de la candidatura es un “proyecto unificador” para “proteger de la desmemoria” un saber “ancestral y colectivo” ante el “riesgo de los procesos de aculturación” que el turismo y la globalización pueden llegar a provocar”.
Por tanto, el proyecto “pretende proteger y tomar conciencia sobre un elemento patrimonial que forma parte” de la diversidad de la cultura y que “une a todos los malagueños”. “Es vital que consigamos que el espeto sea incluido en el inventario del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad y se elaboren actuaciones para su salvaguardia”, ha concluido.