Imagen del pleno celebrado el 1 de septiembre pasado, en el que se aprobó la subida de sueldos de los concejales del gobierno y oposición. FOTO/ JAVIER MARTÍN
La primera medida que ha adoptado el nuevo equipo de gobierno bipartito de Marbella (PP-OSP) es subirse los sueldos, también los de la oposición (PSOE, IU y Podemos) no fueran a protestar. Al final todos contentos y sin rechistar. La nómina de los primeros aumenta casi un 16% y la de los segundos un 36%.
Ya no podrán acusar a Ángeles Muñoz de no tratar bien a la oposición para que haga una labor digna y bien remunerada. No caben las dedicaciones exclusivas entre los opositores, pero con un 60% de dedicación ganarán un 36% más que aquellos que se liberaban a tiempo completo, léase por ejemplo Victoria Mendiola (Podemos) y Javier Mérida (PP) toda una bicoca en los tiempos que corren.
Esto de los sueldos genera mucha polémica entre la opinión pública porque la pregunta que se hacen muchos ciudadanos en Marbella es la siguiente: ¿No había otras cosas más importantes y prioritarias nada más llegar al Ayuntamiento que subirse el sueldo?
Recordemos que los concejales gobernantes con dedicación exclusiva (12 de 15) percibirán 62.529 euros brutos anuales, frente a los 53.913 de PSOE, OSP e IU. En este punto, cabe aclarar que el sueldo del exalcalde José Bernal era de 1.000 euros más.
Como era de esperar, la nueva alcaldesa, que ya lo fue entre 2007 y 2015, renuncia a su sueldo en el Ayuntamiento. La razón oficial, aunque no la ha ofrecido aún, es fácil de adivinar: se le ahorra un salario a las arcas municipales. No obstante, conviene aclarar que el sueldo de Ángeles Muñoz como portavoz adjunta en el Senado es de 90.400 euros brutos al año.
Los concejales ‘liberados’ de la oposición pasarán de los 27.468 euros brutos anuales que tenían asignados a los 37.500 de ahora, con la ventaja añadida de que al tener un tope de dedicación del 60% podrán obtener ingresos de otras vías.
El apego a los cargos
Más allá del debate sobre los sueldos, que da para mucho, está el apego a los cargos de algunos concejales, empezando por Ángeles Muñoz. No es comprensible que compagine la portavocía adjunta en la Cámara Alta con la Alcaldía, dada la carga de trabajo que implica tener tan altas responsabilidades en las dos administraciones.
La excusa que ofrece Muñoz sobre que al ser el Senado una Cámara territorial podrá servirle como altavoz para Marbella en Madrid no resulta creíble. Lo primero que piensa el común de los mortales es en el aforamiento que le permite no acudir a ningún juez ordinario de la ciudad si es denunciada, y parapetarse ante el Supremo.
El caso de Kika Caracuel, entre Diputación y Urbanismo
Otro caso de compaginación de cargos que ha motivado cierta polémica es el de Kika Caracuel, flamante edil delegada de Urbanismo y vicepresidenta tercera de la Diputación de Málaga, con un amplia retahíla de delegaciones a su cargo en el ente provincial.
¿No debería tener la responsable de Urbanismo una dedicación exclusiva para poder centrarse en cuerpo y alma en sacar adelante un asunto capital para la ciudad como es el PGOU?
En lo que respeta a Manuel Cardeña el edil ‘popular’ sampedreño continuará como consejero delegado de Acosol, con un sueldo de 72.000 euros, y se ocupará de las delegaciones de Playas y Puertos. La alcaldesa dijo que son responsabilidades “perfectamente acordes y compatibles” con la empresa pública de aguas dependiente de Mancomunidad Occidental.
Son días de transición los que estamos viviendo desde el 29 de agosto, cuando la moción de censura de PP y OSP desalojó al socialista José Bernal de la Alcaldía, pero ya empieza a llamar la atención el excesivo silencio de la oposición frente al bipartito, especialmente si se recuerda que el Partido Popular no otorgó ni un día de tregua a los anteriores gobernantes.
Bernal vuelve a ser profesor
Mucha prisa se ha dado el exalcalde José Bernal en que se le vea volver como profesor al Instituto Victoria Kent, y eso que las clases aún no han comenzado, ¿cuestión de imagen? No ha esperado a que le hicieran la foto con alumnos en el aula, al estilo de Alfredo Pérez Rubalcaba, y ha preferido una portada en soledad, con aulas vacías. En mayo de 2019, tras las elecciones municipales, se despejará su futuro político.
A medida que pasan las semanas crece la sensación de que Ángeles Muñoz pretende tener enfrente una oposición muy tranquila, por no decir dócil, que no le cree excesivos problemas hasta 2019, cuando opte por quinta vez consecutiva a la Alcaldía. En su afán de navegar por una balsa de aceite, la veterana política del PP no hará oposición a la actual oposición, ni mucho menos a su socio OSP, por la cuenta que le trae…
La declaración de intenciones de la nueva regidora en su discurso de investidura, cuando dijo que no revisaría de oficio ninguna de las concesiones otorgadas por el gobierno saliente, suena a pacto de no agresión. Lo haya, o no, el PP al primero que blinda con tal anuncio es al concejal de Hacienda y Patrimonio, Manuel Osorio, que ocupó el mismo cargo en el tripartito y por cuya mesa pasaron todos los expedientes de concesiones administrativas y contrataciones. Es obvio que no se puede actuar contra la anterior junta de gobierno local excluyendo a Osorio, además de al teniente de alcalde de San Pedro, Rafael Piña.
Habrá que estar atentos a la línea de actuación judicial que desarrolla a partir de ahora el Grupo Municipal del PSOE con los casos judiciales en los que aparece denunciada Ángeles Muñoz. En el llamado ‘caso PGOU’ todo se centra en saber si la Fiscalía, como sería lo lógico, recurre ante la Audiencia el archivo de una causa que instó el propio Ministerio Público.
Por lo que respeta al caso de las contrataciones de altos cargos del PP, bajo mandato de Muñoz, ya se verá si el juez instructor, Gonzalo Dívar, opta por archivar tras detectar indicios de presunta malversación de caudales públicos.Sería el tercer archivo que ejecuta este magistrado sobre asuntos penales que atañen a la también senadora conservadora aforada.
