La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, junto al concejal de Urbanismo, Pablo Moro, imputado en el ‘caso Funky Buddha’ en imagen de archivo
Los resultados del último informe de Transparencia Internacional, hechos públicos este jueves, no han sido nada buenos para el Ayuntamiento de Marbella, presidido por Ángeles Muñoz, del Partido Popular. El Consistorio ha suspendido en el área de urbanismo, al obtener un 46,7, así como en contrataciones de servicios, con un 25,0. La nota es sobre un total de 100 puntos.
Ya en 2012 Marbella suspendió en lo que respecta a la adjudicación de contrataciones de servicios, con la misma nota que ahora (25,0). Sin embargo, hace dos años aprobó en lo que se refiere al urbanismo y obras públicas, con un 64,7.
En el ránking de 110 ayuntamientos analizados Marbella se sitúa el noveno por la cola, en el puesto 102, con un aprobado global de 58,8. Será de lo único que puedan presumir los gobernantes conservadores. No obstante, inmediatamente después de nuestro municipio está Elche, que suspende con un 47,5 en la nota global.
Algeciras se sitúa justo por encima de Marbella, en el puesto 101, con una nota de 60,0 puntos.
Con respecto al último informe de esta ONG internacional, elaborado en 2012, el Ayuntamiento de Marbella desciende 33 posiciones, ya que hace dos años figuraba en el puesto 69 y ahora ocupa el 102 del total de 110 municipios examinados.
El resultado del resto de áreas analizadas donde Marbella aprueba es el siguiente: Información sobre la Corporación municipal (72,2) ; relaciones con los ciudadanos y la sociedad (62,5); transparencia económico-financiera (72,7) así como en “Indicadores Ley de Transparencia”, donde obtiene una nota de 50,0 puntos.
Las áreas de Urbanismo y Contrataciones de Servicios son las más sensibles de una corporación. Constituyen el termómetro que indica su sanidad moral. Su falta de transparencia – si no es causada por una premeditada intención de ocultar lo que hay en su interior – es, lisa y llanamente, torpeza. Entre las transmitidas sensaciones de corrupción o estupidez, que el ciudadano elija la que le parezca más oportuna.