Uno de los acusados en el caso ‘Fergocon’, por las presuntas irregularidades en la contratación de obras por parte del Ayuntamiento de Marbella en 2001 y 2002, ha admitido la existencia de algunas facturas por trabajos no realizados y ha apuntado que en estos documentos y en otros que constan en la causa no reconoce como suya la firma que aparece.
La Sección Octava de la Audiencia de Málaga acoge desde este pasado miércoles el juicio al exalcalde marbellí Julián Muñoz, al letrado José María del Nido y a otras 10 personas más, entre ellas este procesado, responsable de una empresa vinculada a uno de los hermanos de Del Nido, también acusado, con la que el Consistorio contrató obras. El juicio continuará el próximo jueves día 10.
Así, este acusado, que constituyó la empresa junto a su sobrina, también procesada en esta causa y entonces pareja del hermano de Del Nido, ha señalado que hay facturas por obras que “no se podían realizar” por no disponer la maquinaria para ello; mientras que, en al menos otros 20 casos, ha dicho, “no puedo asegurar que el trabajo esté hecho”, ya que sostiene que la que aparece no es su firma.
Ha asegurado que Óscar del Nido era el que le decía que firmara las facturas y ha señalado que supo del elevado volumen de facturas que había emitido la empresa cuando su abogado defensor se lo dijo. “A mí esto me ha costado el dinero”, ha asegurado, ya que tuvo que pagar IVA y a la Seguridad Social, teniendo que pedir un préstamo personal.
El procesado, que inicialmente se enfrenta a una petición por parte del fiscal de seis años de prisión, ha dicho desconocer si había diferencia en los datos incluidos en las facturas que emitía su empresa con lo que reflejaba la empresa Fergocon o la sociedad municipal que realizaba los pagos. Asimismo, ha negado haber recibido cobros en efectivo.
Tras éste, iba a declarar otro procesado, que en el momento de los hechos era técnico municipal de obras y para el que el fiscal solicita inicialmente ocho años de prisión; pero al poco de comenzar a contestar a preguntas de su defensa –tras negarse a declarar a otras partes– se ha sentido indispuesto, por lo que el juicio se ha parado para que el acusado se recuperara.
Tras ser atendido por una crisis de ansiedad y al reanudarse la sesión, el acusado ha manifestado que no se encontraba del todo bien y que tenía un fuerte dolor de cabeza. Ante esto, la Sala ha acordado aplazar su interrogatorio para la siguiente sesión del juicio, fijada para el día 10.