El profesor y parlamentario andaluz del PP Antonio Garrido Moraga falleció el pasado 15 de enero, tras el ictus que sufrió el 8 de noviembre de 2017, pero sus amigos quieren que su figura siga muy presente en la ciudad que amaba y que llevaba por bandera. Por ello, están recabando apoyos para poder ubicar una estatua, a tamaño natural del que fue también concejal de Cultura de la capital malagueña cinco años.
Así lo ha confirmado a Europa Press el senador malagueño Joaquín Ramírez, amigo de Garrido Moraga y que quiere reivindicar su figura “junto a otros muchos amigos que ha dejado”. La estatua sería, a su juicio, un buen recuerdo, similar, ha señalado, a la que existe en Oviedo del cineasta Woody Allen.
“Queremos una estatua de Antonio Garrido como si estuviera andando por las calles de Málaga”, ha sostenido. Para ello barajan diversas ubicaciones, entre ellas en la futura peatonalización de la Alameda Principal, junto al Archivo Municipal, que es sede del despacho del edil de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, cargo que ostentó “con tanto éxito” entre 1995 y 2000, año en el que fue nombrado director del Instituto Cervantes de Nueva York.
La estatua estaría sufragada mediante donaciones de sus propios amigos y personas que quieran colaborar. No obstante, Ramírez ha indicado que están abiertos a las aportaciones de administraciones o entidades.
Ramírez ha detallado que ya le han planteado esta iniciativa al presidente de la Diputación y del PP de Málaga, Elías Bendodo, quien la ha visto como “una buena idea”; algo que también trasladarán al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, “que sería una ayuda esencial”; y a organismos como la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) o la Cámara de Comercio, entre otros.
El senador malagueño ha recordado que la ubicación de una estatua necesitaría “el respaldo, la ayuda y la autorización” del Consistorio malagueño, institución que prevé dar el nombre de una plaza cerca de Tabacalera al profesor Garrido Moraga.
Estrella en el paseo de la Fama
Esta iniciativa privada quiere otro homenaje al que fue también diseñador y primer responsable del Festival de Cine Español de Málaga con la colocación de una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama del paseo marítimo Antonio Banderas.
Para ello también es necesario el apoyo municipal y que la Corporación lo apruebe, ha apostillado Joaquín Ramírez, quien ha reiterado el trabajo realizado por el profesor por Málaga y su provincia.
Antonio Garrido Moraga fue pieza clave en la creación del Festival de Cine de Málaga pero también del Museo Municipal, del desarrollo de la Casa Natal de Picasso y de otras mejoras culturales. También era cofrade, columnista y director de la Fundación María Zambrano de Vélez-Málaga. Su actividad no se circunscribía a la política sino que la cultura impregnaba su vida y sus amigos quieren que Málaga reconozca su prolija labor.