Imagen de la Comisaría provincial de Málaga, donde se encuentran los detenidos
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal, asentada en la provincia de Málaga, dedicada al robo con fuerza en cajeros automáticos mediante la utilización de explosivos sólidos. En esta operación, denominada ‘Trueno’, han sido detenidos todos los integrantes del grupo delictivo, siete hombres, y ha permitido esclarecer siete robos con fuerza –seis consumados y otro en grado de tentativa– en entidades bancarias de Málaga y Córdoba.
Esta es la primera vez que la Policía Nacional interviene un kit completo para la detonación de las máquinas expendedoras de efectivo, según han informado en rueda de prensa en Málaga, el subdelegado del Gobierno en esta provincia, Miguel Briones, y el jefe de la comisaría provincial malagueña, Francisco López Canedo.
El inicio de la investigación tuvo lugar el 17 de marzo de este año, cuando se produjo un robo mediante el uso de explosivos en un cajero automático de una entidad bancaria del polígono industrial La Torrecilla, en la provincia de Córdoba.
Según el ‘modus operandi’ empleado se pudo determinar que sus artífices eran los mismos que habrían cometido otro robo el pasado 30 de enero en un cajero de un centro comercial de Estepona (Málaga).
Los agentes lograron también relacionar a los miembros de esta organización con otros cinco ataques a máquinas expendedoras de dinero, uno en el polígono industrial La Azucarera, en Antequera (Málaga), dos en la capital malagueña –concretamente en el polígono industrial Guadalhorce y en El Palo– y otro más en Estepona. A todos estos hay que sumar un séptimo, frustrado, en Mijas (Málaga).
Fruto de las pesquisas desarrolladas, se identificó a los supuestos integrantes de la organización criminal responsable de los asaltos, dirigida por un hombre de 45 años y origen italiano, con antecedentes por hechos de la misma naturaleza.
Las indagaciones también permitieron determinar que el presunto cabecilla de la trama era pionero en España en la detonación de cajeros mediante el uso de explosivos sólidos, una técnica, al parecer, importada desde su país de procedencia y que habría enseñado al resto de componentes de la organización.
Imagen de uno de los cajeros reventados por la banda desarticulada. FOTO/ EP-CNP
La composición del explosivo empleado en los robos en cajeros resultó ser básica pero al mismo tiempo muy efectiva, han explicado. Se trataba, según los especialistas, de una pólvora pirotécnica, que en su medida justa permitía que, tras estallido, el cofre de seguridad del cajero automático quedara abierto y a la vez permaneciesen intactos la mayoría de los billetes en su interior.
El pasado 6 de mayo varios de los investigados se disponían a cometer un robo en un cajero de Mijas cuando fueron interceptados en un coche de alta gama por los agentes, que fueron embestidos por aquellos, iniciándose una persecución que concluyó con la huida de los sospechosos campo a través y la intervención de un equipo completo de explosivos con el que detonaban los cajeros.
Han señalado que ante la peligrosidad de los efectos se hizo necesaria la intervención de los especialistas del Tedax para la retirada del mismo.
Finalmente los miembros de la organización, a excepción de uno de ellos, fueron arrestados en la provincia malagueña, donde se efectuaron varios registros domiciliarios en la capital, Fuengirola y Mijas, localidad donde se localizó y detuvo al supuesto líder de la organización. Otro de los principales investigados fue arrestado en Ámsterdam (Holanda) en virtud a una Orden Europea de Detención y Entrega en vigor dictada por España.
A todos los detenidos, con edades comprendidas entre los 32 y 59 años y de nacionalidades italiana, holandesa y colombiana, se les atribuyen los delitos de pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de explosivos y robo con fuerza.
Los agentes han intervenido en el transcurso de los operativos dos vehículos, prendas de vestir y herramientas especiales usadas en la comisión de los robos, un cajetín con explosivo, una batería, telefonía móvil, dinero calcinado, entre otros efectos relacionados con su actividad ilícita.
