Frente al ruido interno vender gestión de sus consejerías en el Gobierno andaluz. Así se puede resumir la estrategia de Ciudadanos en Andalucía, un partido que se desangra cada día con las diversas crisis internas que afectan a los liberales: Granada y Jaén principalmente, además de otros ayuntamientos de entidad menor. En todos los escenarios está la sombra del exsecretario de Organización de Cs Fran Hervías, ahora enrolado en Génova. El llamado ‘señor Lobo‘ sigue haciendo de las suyas a nivel de despachos. Trata de desestabilizar al máximo a su antiguo partido y lo está consiguiendo.
Una prueba evidente de cómo está de volcado Cs en que se visibilice su papel de socio útil del Partido Popular ha sido la doble comparecencia, este martes, tanto de su portavoz parlamentario, Sergio Romero, como del vicepresidente Juan Marín. Hacía tiempo que este último no aparecía en rueda de prensa tras el habitual Consejo de Gobierno de la Junta. Ya reconoció Inés Arrimadas que el gran problema de su formación era no saber “vender nuestros logros donde gobernamos”. Ahora tratan de enmendarlo, al menos en Andalucía.
En el caso de Romero éste ha asegurado que el porcentaje de grado de cumplimiento de los acuerdos del partido naranja con los populares, desde que comenzaron a gestionar en Enero de 2019, “es muy alto”. Al ser preguntado para que precise una cifra habla de “entre un 60 y un 70%”.
A falta de veinticuatro horas para que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, comparezca a petición propia en el Parlamento –para hacer balance de gestión, especialmente durante la pandemia– Ciudadanos sostiene que “todas” sus consejerías “han hecho lo posible por colaborar”.
Romero destaca “los 1.600 millones de euros en políticas sociales para las personas más desfavorecidas”, provenientes del área que dirige la consejera naranja Rocío Ruiz, enfrentada abiertamente a Marín y más que posible rival en un proceso de primarias interno.
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