El Colegio de Economistas de Málaga ha mantenido el crecimiento del PIB de la provincia de Málaga para final de año en torno al 2,6 por ciento, frente al 1,9 de España y al 2,3 de Andalucía, gracias al funcionamiento del sector servicios, el incremento de las exportaciones y del sector de la construcción, en menor medida.
“Estamos inmersos en una desaceleración que ya es indiscutible, pero Málaga está demostrando tener una mejor solvencia para solventar esta desaceleración, vamos a seguir creciendo más despacio, pero por encima del resto”, ha asegurado el decano del Colegio de Economistas, Juan Carlos Robles.
El decano ha apuntado que “el único punto que vemos en el que tenemos un punto de inflexión es el sector inmobiliario, en el que lejos de una burbuja inmobiliaria se parece más a un ajuste de precios propio de cuando ha habido un crecimiento demasiado acelerado”, a lo que ha añadido que aunque ha aumentado el número de sociedades que se han disuelto, “sigue siendo un dato positivo” que una de cada tres empresas que se crean en Andalucía lo hacen en Málaga.
Así lo ha destacado Robles este miércoles durante la presentación del Barómetro Económico de Málaga correspondiente al tercer trimestre del año, en la que también han intervenido el director de servicios de estudios, Fernando del Alcázar, y el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas y vicedecano de la institución, Antonio Pedraza.
Baja la reducción del paro, aunque “Málaga es más sólida”
El PIB de España tiene un crecimiento interanual cada vez inferior, situándose en torno al dos por ciento, mientras que se apoya en el incremento del gasto público y además aumenta la deuda pública, lo que hace que el sector privado esté creciendo a un ritmo “menos intenso”, lo que confirma la desaceleración, ha explicado Del Alcázar.
Asimismo, se ha producido una desaceleración en la creación de empleo, aunque Málaga ha aumentado un 3,5 por ciento los afiliados a la Seguridad Social, frente al 2,81 por ciento de Andalucía y el 2,3 por ciento de España, puesto que antes se crecía en torno al 4,8 por ciento en Málaga, tres por ciento en Andalucía y más del tres por ciento en toda España.
En el número de parados, en Málaga se produjo en octubre una reducción del número de parados del 3,27 por ciento menos que el año anterior, lo que significa “una diferencia en velocidad prácticamente similar a la que teníamos porque es del 0,67 por ciento”, por lo que se reduce la lista en 99 por cada 100 parados que bajaba en 2018.
En Andalucía el ritmo de reducción se ha visto frenado en un 25 por ciento (tres parados por cada cuatro de 2018) y en España hasta un 61 por ciento (un parado por cada tres de 2018), por lo que Málaga “está siendo más sólida, e incluso en términos porcentuales EPA ha crecido la tasa de paro, porque la población activa de Málaga se ha reducido, porque hay personas que han encontrado oportunidades, porque sigue la creación de empleo, aunque sea a un ritmo inferior, en otras provincias y sectores, además de jubilados”, ha detallado Del Alcázar.
Por otro lado, el sector de la construcción permanece estancado, si bien las tasas de paro están “estabilizadas en torno al 15 por ciento en nuestra provincia, que ya son bastante”, frente al 14,71 de Andalucía y al 9,78 por ciento de España. A esto se añade un descenso del 4,62 por ciento en las ventas de viviendas totales en agosto en Málaga. “Esas viviendas que no se están vendiendo en Málaga son usadas, se venden algunas viviendas nuevas más; eso significa que todavía existe demanda, lo que se están haciendo son ajustes de precio, no vemos una burbuja”, ha asegurado.
Buen comportamiento del turismo y las exportaciones
“El turismo sigue manteniendo, pese a tener ejercicios históricos y haber mantenido un julio quizás más dubitativo de sol y playa, el tercer trimestre se está cerrando con unos números especialmente positivos y otra vez Málaga vuelve a incrementar el número de turistas”, concretamente un 4,3 por ciento en el último trimestre, frente al 2,23 por ciento en el mismo periodo de 2018, ha apuntado Del Alcázar, que ha destacado que hay “una evolución positiva” en todos los datos del sector, lo que demuestra “la fortaleza y la desestacionalización”.
Asimismo, “las exportaciones vuelven a comportarse de una manera cada vez más sólida”, pues han crecido en 54 millones de euros de forma interanual aunque “el saldo de la balanza sigue siendo negativo, con un descenso sobre todo de las importaciones porque el consumo interno sigue retraído”, ha señalado Del Alcázar, que ha subrayado que tanto el sector turístico como el agrario “se han ajustado rápidamente a las circunstancias y pese a un año que estaba dubitativos remontan y siguen creciendo”.
Otro dato positivo es que se observa una recuperación del crédito al sector público y privado, si bien “hay que ver si se trata de un ajuste en la serie trimestral o va a continuar en el tiempo”, ha advertido.
También han observado los economistas que se produce una recuperación de los salarios del 2,19 por ciento, que favorece el consumo privado, y un repunte del descenso del número de turismos matriculados en Málaga, aunque sea asociado en septiembre a las compras de flotas de empresas y ‘rent a car’.
Factores de incertidumbre
Por su parte, Pedraza ha apuntado que en un contexto de desaceleración del crecimiento de la economía mundial y de guerra comercial entre EEUU y China, las consecuencias del ‘brexit’ puede ser un factor de riesgo para Málaga, si bien hasta ahora afecta más a la adquisición de vivienda que al número de turistas, a lo que ha señalado Pedraza que, por ejemplo, Portugal cuenta con las “tarjetas gold” para, mediante ventajas fiscales, atraer residentes.
Otro problema que puede surgir es la falta de confianza en el país, puesto que la prima de riesgo está subiendo y además el inversor extranjero puede tener miedo debido a falta de seguridad jurídica o a la fiscalidad. “Esos temas pueden afectar mucho a una zona como la nuestra que depende mucho de la microinversión extranjera”, ha indicado Pedraza.
De igual forma, ha resaltado que “es importante que el nuevo gobierno genere confianza”, ya que la confianza empresarial ha pasado del 1,6 por ciento al menos 2,9, mientras que la del consumidor ha bajado del 80,7 en septiembre al 73,3 en octubre.
Precisamente, en cuanto a vivienda, debido a las construcciones que se están llevando a cabo en la capital malagueña, como la zona oeste, Martiricos o Teatinos, se produce una “sobreoferta” que “va a ser muy difícil de digerir”, lo que puede producir que el precio de la vivienda se ajuste a la baja, ha avanzado, si bien ha indicado que “es una tranquilidad que no existe una burbuja”.