“Ten cuidado, por si tienes familia”. Más de treinta años después de que el entonces alcalde de Marbella, Jesús Gil, amenazara en estos términos al que era en agosto de 1991 secretario municipal del Ayuntamiento, Pedro Moreno Brenes, este jurista de reconocido prestigio, actual letrado del Tribunal Supremo (TS), además de profesor de Derecho Administrativo y Laboral en la Universidad de Málaga, ha decidido intentar regresar al Consistorio marbellí. Lo hace tras las “vacaciones forzosas” que le dio quien presidía de forma simultánea el Atlético de Madrid. Moreno, después de negarse a despachar con Gil y Gil en sus oficinas privadas del Club Financiero Inmobiliario, y ante la imposibilidad de hacer cumplir la ley, optó por pedir su traslado a la localidad de Álora (Málaga). Desde allí este malagueño de 58 años de edad, que plantó cara al ‘gilismo’ con 26, desarrolló una exitosa carrera profesional hasta el día de hoy.
Vozpópuli ha tenido acceso a la documentación oficial, presentada este 5 de enero ante el registro de entrada de la citada administración municipal, en la que Moreno Brenes solicita ocupar de nuevo la plaza de secretario del Pleno, que quedará vacante a partir del próximo 6 de febrero. Será entonces cuando se jubile el actual fedatario público del Consistorio, Antonio Rueda Carmona.
El actual fedatario público del Pleno marbellí ocupa su plaza desde abril de 2006, cuando el Ayuntamiento fue disuelto por corrupción y gobernado hasta las elecciones locales de 2007 por una Comisión Gestora, integrada por representantes del PSOE, PP, IU y PA. La drástica medida, decidida tras la llamada ‘operación Malaya’, fue adoptada por el Gobierno que presidía entonces José Luis Rodríguez Zapatero.
En un escrito de dos folios de extensión, dirigido por Moreno Brenes a la alcaldesa, Ángeles Muñoz, a su vez senadora del Partido Popular, este funcionario en servicios especiales de la “Subescala de Secretaría, categoría superior, de la Escala de Funcionaros de Administración Local con habilitación de carácter nacional” hace constar que el ordenamiento jurídico en vigor “contempla diversas formas de nombramientos de carácter no definitivo”, a la espera de la tramitación y otorgamiento final de la plaza.