La empresa Arenal Marbella Toros, mercantil que explota la Plaza de Toros ubicada en la barriada del mismo nombre, homenajeó el pasado jueves al torero Enrique Ponce, con motivo de su presencia en la Corrida de Candiles, el próximo 9 de agosto. Este emotivo acto tuvo lugar en el Óbal Urban Hotel (antiguo San Cristóbal.
El Rooftop 360 Blue Skybar del citado establecimiento, en pleno centro de la ciudad, se abarrotó de aficionados que querían estar cerca de un torero que ha marcado una época en la historia de la tauromaquia. De nuevo la familia Parra, propietaria del establecimiento, ejerció como anfitriona con Cristóbal Parra presente.
El evento, al que asistió la edil delegada de Fiestas, Yolanda Marín, comenzó con unas cariñosas palabras de Miguel Báez ‘Litri’ hacia su compañero y amigo Enrique Ponce: “Estamos todos muy ilusionados con nuestro proyecto en Marbella, y muy contentos con que esta grandiosa figura del toreo forme parte de él”, expuso uno de los socios de la empresa que explota el coso taurino.
Báez dijo haber vivido con Ponce “grandes momentos en el toreo. A continuación, la periodista Noelia López mantuvo un diálogo con el torero de Chiva (Valencia). Ambos hicieron un recorrido por su brillante trayectoria y por toda una vida dedicada al toro.
Ponce, que llevaba cuatro años retirado de los ruedos, asegura que “no he echado nada de menos vestirme de luces”, al tiempo que confesó no haberse planteado volver a torear. “A veces la gente se cree que los toreros son inmortales, porque ven el toro de otra manera”, expuso quien ostenta una trayectoria de 34 años en los ruedos.
Asimismo, el maestro afincado siempre en la provincia de Jaén reconoció “haber toreado poco en el campo” antes de reaparecer ahora: “alguna becerrita en el campo, pero machos no”. De hecho, Ponce comentó ante los presentes la extrañeza que le produjo reaparecer en la plaza francesa de Nimes y pensar que “no había matado ningún toro antes de llegar allí”.
Enrique Ponce dijo sentirse “muy feliz de estar aquí en Marbella”, donde toreará una corrida nocturna el próximo 9 de agosto. El cartel, la gran sorpresa del evento, es obra del artista Hubertus de Hohenlohe, hijo del príncipe Alfonso de Hohenlohe (uno de los pioneros de la Marbella del siglo XX). El pintor afincado en la ciudad reconoció que “siempre fue un sueño” para él realizar un cartel de toros, “pero nadie me lo había ofrecido”.
Fueron ‘El Litri’ y los hermanos Bohórquez (Fermín e Iván), así como Raúl Gracia ‘El Tato’, todos ellos socios en la plaza de Marbella, quienes le propusieron pintar el cartel de agosto.