Ignacio López Cano será el tercer aspirante a la Secretaría General del PSOE de Málaga, sumándose así a las precandidaturas ya anunciadas de la alcaldesa de Benaoján, Soraya García Mesa, y del delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo.
López es miembro de la Ejecutiva federal del PSOE, concretamente secretario de Movimientos Sociales, y apoyó claramente a Pedro Sánchez en su carrera al liderazgo socialista. Considerado además la cabeza visible del ‘sanchismo’ en la provincia, estaba previsto que anunciara su candidatura este jueves, convocatoria anulada por enfermedad, según fuentes de su precandidatura.
Han sido muchos los que han animado a López a través de las redes sociales y personalmente, tras el congreso del PSOE-A, a dar el paso en Málaga, una vez que el actual líder del PSOE malagueño, Miguel Ángel Heredia, anunció que no se presentaría a la reelección.
La primera en lanzarse a anunciar su precandidatura fue García Mesa, bajo el lema ‘Recuperar Málaga’; mientras que Ruiz Espejo ha optado por ‘Málaga más socialista’. La primera, que apoyó a Susana Díaz, tiene apoyos también de los denominados ‘sanchistas’, como el secretario general del PSOE de Fuengirola, Javier García León; o el alcalde de Cártama, Jorge Gallardo; mientras que el delegado de la Junta es considerado más cercano a la Ejecutiva saliente.
Los tiempos para conocer al próximo líder del PSOE malagueño se definirán en la Ejecutiva provincial prevista el día 2 de septiembre, cuando se iniciará un proceso de primarias que desembocará en el congreso del PSOE de Málaga.
Para poder formalizar sus candidaturas, los aspirantes deben presentar unos 1.300 avales, el 20 por ciento de la militancia en la provincia, que ronda los 6.400 afiliados. En ese momento serán proclamados oficialmente candidatos a la Secretaría General del PSOE de Málaga.
Precisamente, en su perfil en Facebook el pasado 2 de agosto, Ignacio López reclamó que para la elección del secretario general de Málaga se exigiera un tres por ciento de avales y no un 20 por ciento, al poderse elegir entre ambos porcentajes, según “lo establecen los estatutos aprobados en el 39 Congreso del PSOE”.
A su juicio, la primera opción –tres por ciento– “es un cambio que fomenta la participación de la militancia” mientras que la segunda “es la negación del cambio y un cerrojo a esa participación”. “Empecemos a cambiar todos juntos para pasar de las palabras a los hecho, en nuestra mano está”, finalizó.