El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Pública, Juan Marín, ha manifestado este lunes que Andalucía permitirá la movilidad entre provincias si en la fase 3 de la desescalada tiene competencias delegadas.
Marín se ha pronunciado así durante su intervención en los desayunos informativos de Europa Press Andalucía, con el patrocinio de Fundación Cajasol, Atlantic Copper, Cepsa y Laboratorios Vir, donde ha sido presentado por la consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco.
Ha indicado que si es verdad que en la fase 3 “pasamos a tener determinadas competencias”, el Gobierno andaluz planteará, a partir del 8 de junio, que se “pueda abrir la movilidad entre todas las provincias que estén en la misma fase en la comunidad”. Ha indicado que hay que confiar en que los ciudadanos respeten las normas y recordárselo permanentemente, pero no podemos dejar que provincias que estén en la misma fase, no tengan esa movilidad.
En este sentido, ha dicho que si el próximo lunes el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se cumple sobre la delegación de competencias a las comunidades, la intención del Gobierno andaluz es abrir “a la movilidad todas las provincias andaluzas que se encuentren en la misma fase”, y se ha mostrado convencido de que el 8 de junio, Málaga y Granada pasarán a la fase 3 junto a las otras seis provincias andaluzas, porque cumplen con todos los parámetros.
Ha manifestado que el turismo tiene por delante una situación compleja y viene de aportar 22.800 millones a nuestro PIB en el año 2019 y con un aumento en el primer trimestre de este ejercicio de un 6,4 por ciento en cuanto al número de turistas nacionales e internacionales respecto al mismo periodo de 2019, pero “se ha frenado en seco” porque la “movilidad ha paralizado absolutamente el sector”, tanto la interna como la internacional.
Durante su intervención, el vicepresidente ha manifestado que el Gobierno andaluz tiene un modelo para hacer frente a la crisis económica y social que ha generado esta pandemia que es “contrapeso” al que el Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias están “implantando” y que puede ser “totalmente legítimo”, pero que la Junta no comparte.
En este sentido, ha señalado que para el Gobierno andaluz es fundamental reforzar la “colaboraciónpúblico-privada” en unos momentos como estos, y seguir con una política de bajada de la presión fiscal, que se ha demostrado que ha aumentado los ingresos en las arcas de la administración autonómica.
Ha defendido además el decreto de simplificación administrativa, fundamental para ponérselo “más fácil a la inversión”, respetando en todo momento la legalidad vigente.
En cuanto a las relaciones con el Gobierno central durante esta situación de pandemia, el vicepresidente ha defendido la lealtad que ha mostrado la Junta desde el principio, aunque no estuviera de acuerdo con algunas decisiones que se adoptaban.
Ha manifestado que ha faltado diálogo por parte del Gobierno central con las comunidades y ha advertido de que esa asimetría en la desescalada de la que hablaba Pedro Sánchez no puede convertirse en una “asimetría” entre comunidades y ciudadanos.
En este sentido, ha señalado que Andalucía va a reclamar un trato igualitario respecto a otras comunidades y no va a permitir que se le quite “un sólo céntimo de lo que le corresponde”, por acuerdos del Gobierno central con “nacionalistas y populistas” que le llevan a tomar decisiones que probablemente no le gustaría tomar, pero para evitar eso, lo que debería hacer es buscar “otras opciones en el diálogo”.
En este sentido, ha considerado que el reparto de los fondos no reembolsables de 16.000 millones a las comunidades autónomas, “no puede ser un elemento para ganar favores de nacionalistas y populistas”.
Por ello, ha vuelto a defender el criterio de la población para el reparto de esto fondos, apuntando que la distribución planteada por el Gobierno de la nación significa recibir 985 millones frente a los 2.500 que le corresponderían a Andalucía si se siguiera el factor poblacional. Ha señalado que no se puede permitir volver a condenar a Andalucía a la infrafinanciación. “Andalucía pierde en ese reparto muchos millones que hoy son imprescindibles”, ha dicho.
Durante su intervención, Juan Marín se ha mostrado convencido de que tras la crisis sanitaria “Andalucía comienza hoy un nuevo futuro con una hoja que de ruta que da certezas y que se basa en construir el futuro sobre la seguridad sanitaria y la recuperación y fortalecimiento económico. “El binomio salud-economía debe convertirse en un valor añadido”, según ha dicho.
Legislatura política de dos años
Marín ha planteado que se inicia una legislatura política de dos años que tendrá el objetivo de acabar en crecimiento económico. “No partimos de cero porque la decisiones tomadas en los 16 meses anteriores nos ponen en una posición de salida con más posibilidades”, según ha expresado.
Ha considerado como primer deber de un Gobierno “tomar decisiones que creen certezas y ofrezcan seguridad”, y ha recordado que la actitud de la Junta ante esta crisis sanitaria ha sido “de anticipación, porque no podíamos esperar simplemente a que esto pasara”. Mientras unos hacen anuncios, nosotros hemos aportado recursos para el refuerzo sanitario y la liquidez de nuestras empresas y autónomos”, según ha indicado.
Por tanto, ha incidido en la importancia de “acelerar el paso para poner a rodar la economía”. “Un Gobierno que se queda en medidas asistenciales pero olvida otras que permiten dar energía a la recuperación económica, es un Gobierno que condena a sus ciudadanos al fracaso”, según ha señalado Marín, para quien “tenemos que superar el actual marco mental que nos lleva a contemplar al Estado como mero prestador de servicios públicos para asumir también un papel como dinamizador de la Economía”.
Ha subrayado, igualmente que Andalucía ha apostado por reforzar vías que se han demostrado útiles como la colaboración público-privada, las reformas fiscales, el esfuerzo de la simplificación administrativa o las reformas legislativas. “Creemos en la iniciativa privada como aliada de la recuperación y contamos con un claro saldo de confianza entre los inversores”, ha dicho
En este sentido, ha anunciado que la Consejería de Hacienda presentará mañana mismo un plan de inversiones, que movilizará obras desde la colaboración público- privada, cuyo objetivo no es sólo crear o mejorar infraestructuras que llevaban años esperando, sino aprovechar esta crisis para ofrecer oportunidade en sectores que den robustez a la economía andaluza.
También ha señalado que la Consejería de Economía presentará en unos días un plan de reactivación económica a partir de la reestructuración de fondos europeos, con una movilización de partidas sin precedentes. “La gestión de los fondos europeos fue una de las grandes lagunas de la etapa anterior y ahora debe ser una de las fortalezas de este Gobierno”, según ha apuntado.
El vicepresidente de la Junta ha destacado la imagen de fortaleza de este Gobierno y de Andalucía como consecuencia de la “estabilidad política, la seguridad jurídica, el rigor presupuestario y la gestión de esta crisis sanitaria”.
Marín también ha subrayado la necesidad, en estos momentos de crisis e incertidumbre, de la lealtad institucional, “que tiene que funcionar en ambos sentidos”. Así, ha recordado que el recurso contra el decreto de simplificación administrativa o retener y sustraer recursos a los que tiene derecho Andalucía no es lealtad.