El consejero andaluz de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha considerado que en la situación actual los trasvases de agua “no son una cuestión que podamos elegir, son cuestión de necesidad”; aunque ha apostado por la utilización de aguas regeneradas y desaladas, donde, ha dicho, “está el futuro”.
“Ahora mismo en Andalucía y en Málaga, los trasvases son necesarios”, ha asegurado Sánchez Haro, quien ha insistido en que hay que “garantizar la seguridad hídrica de nuestros agricultores” y en que “con las aguas regeneradas tenemos un campo importante de trabajo y creo que por ahí es por donde tenemos que ir porque está el futuro”.
En su intervención en el desayuno organizado por el diario SUR en Málaga, ha considerado que uno de los principales retos del sector agrario andaluz es el abastecimiento en los regadíos. “Sin agua no hay agricultura, no hay vida”, ha dicho, apuntando que la situación de “déficit hídrico” es “consecuencia de la no ejecución de infraestructuras que son muy necesarias”.
Aunque ha señalado que desde el Gobierno andaluz han apostado por medidas y planes con dotación económica para modernización de regadíos, así como por mejorar la eficiencia, ha apuntado que Málaga “requiere de infraestructuras que dependen del Gobierno de España y son estratégicas” para la provincia y sus producciones, como los subtropicales.
Al respecto, se ha referido al concreto al trasvase de Iznájar, en Córdona; al recrecimiento de la presa de la Concepción de Marbella, para cuyo proyecto hay presupuestado un millón de euros; y el plan Guaro, mostrándose “convencido de que el actual Gobierno va a tener una mayor sensibilidad y compromiso en estas inversiones que reclamábamos ayer, reclamamos hoy y seguiremos reclamando mañana”.
El consejero ha incidido en que debe haber “un compromiso conjunto de todas las administraciones y el sector” para acometer las infraestructuras necesarias, señalando que no es un problema de que haya muchas administraciones involucradas “porque si cogemos la Constitución, el Estatuto de Autonomía y los planes hidrológicos cada uno sabemos lo que tenemos que hacer; otra cosa es que tengamos la voluntad de hacerlas”.
Por tanto, ha considerado que “no podemos echar balones fuera” sino “asumir las responsabilidades, el primero yo y la Junta de Andalucía y la Administración general del Estado y los ayuntamientos tienen que hacer exactamente lo mismo”.