Críticas con matices. Así se puede resumir la postura de la Junta de Andalucía, mostrada este lunes, tras votar en contra del uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios, tras el pleno extraordinario del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que convocó de manera telemática la ministra de Sanidad, Mónica García, el pasado 4 de enero.
La consejera de Salud andaluza, Catalina García, ha exigido “criterios técnicos” a la ministra del ramo, Mónica García, si bien ha recomendado el uso de la mascarilla en todo tipo de centros sanitarios de la comunidad autónoma.
A juicio de la gobernante del PP estas decisiones deben tomarse, en primer lugar, en la Ponencia de Alertas y en la Comisión de Salud Pública donde se elabore un documento en el que se establezcan niveles de alertas o indicadores, entre otros, para posteriormente ser avalado, o no, en el Consejo Interterritorial.
En base a lo anterior la consejera ha exigido que esos criterios técnicos adoptados en la Ponencia de Alertas y en la Comisión de Salud Pública estén previamente enviados al Consejo Interterritorial, para valorar el uso de la mascarilla y el resto de las medidas.
Por tales motivos, Andalucía ha votado en contra del documento propuesto del que ha tenido conocimiento una vez comenzado el pleno extraordinario por el Ministerio “al carecer de rigor técnico”, según la consejera.
Fernández-Pacheco: “No nos parece serio”
De forma paralela al pronunciamiento de la consejera y nada más concluir el cónclave interterritorial el portavoz de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco, se mostraba muy beligerante con el Gobierno central: “Debería ser una decisión basada en el criterio de los expertos”, ha expuesto durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, celebrada de forma excepcional este lunes (en lugar del martes).
El también consejero de Medio Ambiente ha reprochado a la gobernante de Sumar que no haya informado con anterioridad a las comunidades autónomas sobre la propuesta acerca de la obligatoriedad del uso de la mascarilla en centros sanitarios, residencias y farmacias.
Fernández–Pacheco confía en que la ministra”recapacite sobre esta forma de proceder”, porque –a su juicio– demuestra “cierto desconocimiento sobre la realidad del Ministerio de Sanidad”.
El portavoz del Ejecutivo que preside Juanma Moreno no considera “serio” que el Ministerio de Sanidad no haya facilitado a las comunidad es autónomas, con anterioridad a la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns), el documento que planteaba, de manera que la consejera andaluza, Catalina García, lo ha recibido cuando ya habían transcurrido quince minutos de reunión.
La Junta considera “fundamental” que exista “objetividad a la hora de tomar decisiones sobre un asunto tan trascendental”, en palabras del citado gobernante autonómico.
Pacheco ha insistido en que una decisión sobre la obligatoriedad de mascarillas se tiene que adoptar en base a “criterios técnicos y objetivos, que no existen en este momento”, ha zanjado a preguntas de los periodistas en San Telmo.
La consejera de Salud insiste en los beneficios de la mascarilla
El hecho de haber votado en contra de su uso no ha impedido que Catalina García haya insistido en lo beneficioso de esta medida para todos los grupos vulnerables, que ya demostró ser una valiosa herramienta durante la pandemia, y para los ciudadanos que cursen síntomas de virus respiratorios, como tos o estornudos.
De hecho, la consejera también ha hecho hincapié en la recomendación del uso de la mascarilla en lugares de concentración de personas, como en el transporte público, o en farmacias.
Cabe recordar, tal y como apunta el comunicado oficial difundido por la Junta este lunes, que Andalucía publicó el pasado 13 de julio una instrucción sobre el uso de las mascarillas en los centros sanitarios y sociosanitarios, en el que se obligaba a la utilización de ésta en las áreas de mayor vulnerabilidad como UCI u Oncohematología.
De forma paralela, dicha instrucción reflejaba que cada centro sanitario tendrá la potestad, a través de los Servicios de Medicina Preventiva y Riesgos Laborales, de imponer el uso obligatorio de la mascarilla en el caso de mayor incidencia en esa área de gestión tanto para pacientes como profesionales de la Salud.
Al hilo de lo anterior la conseja de Salud ha recalcado que desde octubre está en marcha el Plan de Alta Frecuentación, que se traduce en planes de contingencia que conllevan la ampliación de los recursos materiales y de plantilla ante un aumento de la demanda.
Dicho Plan, ha destacado García “está dando resultado evitando situaciones de tensión asistencial gracias a la monitorización diaria de los centros hospitalarios y al trabajo de los profesionales de la Salud”, a los que la consejera agradece su trabajo.
Tasa de 505,2 casos por cada 100.000 habitantes en infecciones respiratorios agudas en Andalucía
La tasa de incidencia de Infecciones Respiratorias Agudas en Andalucía, a día de hoy, es de 505,2 casos por cada 100.000 habitantes, continuando la tendencia ascendente iniciada hace seis semanas. Una cifra que casi se duplica a nivel nacional, donde de media se registran 952,9 casos por cada 100.000 habitantes.
La consejera ha invitado a los mayores de 60 años, población con patologías crónicas, embarazadas, niños de seis a 59 meses, personal sanitario y sociosanitario, entre otros, a vacunarse para protegerse frente a la gripe y a la Covid-19.
Todos los jueves, hasta el final de la campaña 2023-2024, los andaluces podrán acudir sin cita a los diferentes puntos de vacunación. Hasta hoy, 1.659.000 personas ya se han vacunado contra la gripe y 1.060.000 personas frente a la Covid-19. Con una cobertura del 55% en gripe y del 40% en Covid-19 en mayores de 60 años y un 41% de cobertura antigripal infantil.
La titular de Salud ha hecho hincapié en la importancia de que los grupos vulnerables renueven en cada campaña la vacunación tanto de la gripe como de la Covid-19, puesto que cada año se adaptan las dosis a las variantes que circulan en el territorio.
Petición de pleno extraordinario a la ministra sobre el déficit de profesionales en atención primaria
Por otro lado, la titular de Salud y Consumo ha vuelto a pedir a la ministra de Sanidad un pleno extraordinario para tratar el déficit de profesionales médicos en el Sistema Nacional de Salud, sobre todo, en Atención Primaria.
Una falta de facultativos que ha calificado de mal “endémico” y para el que urge poner medidas contundentes encima de la mesa. Sostiene Catalina García que “los sistemas de salud de las comunidades autónomas están tensionados debido a la carencia de médicos.
Para la consejera es necesario que, de forma urgente, se convoque un Consejo Interterritorial para abordar este asunto”, ha añadido. Al respecto, ha recordado que la mayoría de las comunidades autónomas han reclamado al Gobierno de España desde hace cinco años un plan de choque para que, por un lado, haga más atractivas las plazas que ahora tienen más dificultad para ocupar y, por otro, una oferta extraordinaria de plazas MIR (1.000 anuales durante los próximos cuatro años) que incida en las áreas de Medicina Familiar y Pediatría en Atención Primaria.