Habían puesto precio a la vida de un hombre de nacionalidad costarricense afincado en Marbella. Su ejecutor, un sicario de nacionalidad cubana, de 27 años de edad, iba a cobrar 15.000 euros por el trabajo. Una rápida actuación de agentes de la Policía Nacional, adscritos a la Comisaría de esta ciudad, ha frustrado el crimen. Han sido detenidas cuatro personas, entre ellas el sicario.
Los investigadores tenían controlada una cita entre los ahora detenidos en una céntrica cafetería de Marbella y los detuvieron allí, in situ, cuando tuvieron constancia de que el asesinato se iba a consumar de forma inminente. Además, la pareja de uno de ellos, implicada también en la preparación de crimen, fue detenida en un hotel de Marbella. En Badajoz se arrestó a la mujer que contactó con el sicario.
Este grupo de personas había planeado atraer al ciudadano costarricense con la excusa de abonarle un negocio pendiente de pago y asesinarle, cuando acudiera a la cita concertada.
Según la información oficial conocida este miércoles, difundida por el Cuerpo Nacional de Policía, la investigación ha corrido a cargo de agentes de la Udyco Marbella, con la colaboración de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Badajoz.
Las pesquisas se iniciaron a raíz de una información recibida que alertaba de las intenciones de este grupo criminal. Concretamente, el móvil del ajuste de cuentas planeado era una deuda pendiente de la víctima en su país sería la causa.
El Juzgado de Instrucción Número 1 de Marbella se ha hecho cargo del caso y su titular ha enviado a prisión a dos de los detenidos,uno de ellos el sicario.
Este plan para acabar con la vida del ciudadano de Costa Rica habría partido de un autor intelectual en el citado país centroamericano, que encargó el asesinato a una pareja de Marbella, concretamente a un hombre español y a una mujer colombiana, de 29 y 31 años. Ellos, a su vez, habrían contactado con una joven colombiana, de 25 años y afincada en Badajoz, que propuso, en última instancia, el plan a un sicario.
De hecho, el sicario contratado que se desplazó a Marbella lo hizo desde la mencionada ciudad extremeña y recibió 700 euros, a modo de sufragar sus gastos de viajes. Fue la primera de las dos reuniones que el killer mantuvo con uno de los investigados. En la segunda reunión, mantenida en la cafetería donde se produjeron los arrestos, se iban a ultimar todos los detalles de la ejecución.
Entre los efectos intervenidos a la persona a la que se contrató para perpetrar este homicidio hay una pistola de aire comprimido, un vehículo y dinero en efectivo.